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Un férreo control policial evita una concentración de estudiantes en el centro de Alcorcón

El Tribunal Superior de Justicia prohibió la manifestación en la plaza del Ayuntamiento

F. Javier Barroso

Un impresionante despliegue de agentes antidisturbios, apoyados por la Policía Municipal, evitó que el Sindicato de Estudiantes se manifestara ayer al mediodía ante el Ayuntamiento de Alcorcón. Los convocantes habían recurrido la denegación de permiso de la Delegación del Gobierno ante el Tribunal Superior de Justicia. Los magistrados decidieron por el procedimiento de urgencia denegar la autorización. Los afectados se quejaron por este fallo judicial, ya que su intención sólo era demostrar que la juventud de Alcorcón no es racista ni está en contra de los extranjeros.

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La mañana transcurrió en Alcorcón sin incidentes, pero con mucha tensión entre los jóvenes y la policía. Los antidisturbios distribuyeron 13 furgonetas en los alrededores del Ayuntamiento de Alcorcón de forma que era imposible acceder a la plaza sin pasar delante de los agentes. Los jóvenes no lograron llegar ni a las inmediaciones. Cada vez que alguno intentaba acercarse, los policías le pedían la documentación y le registraban sus pertenencias. Muchos de los chavales que querían entrar en la plaza no superaban los 12 o 14 años.

El control no se limitaba sólo a la plaza de España. La policía también colocó cuatro furgonetas a la entrada de la estación de Alcorcón Central, donde se juntan el metro y Renfe Cercanías. Los coches de la Policía Municipal no dejaron de recorrer el centro de la localidad.

Los agentes habían recibido aproximadamente una hora antes el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid por el que se prohibía esta concentración. Los convocantes, el Sindicato de Estudiantes, pidió un procedimiento especial de protección de los derechos fundamentales, en este caso el derecho de reunión. Eso obliga a que los magistrados se reúnan de urgencia y decidan con la mayor brevedad. Pese a que el fiscal apoyaba la solicitud de los jóvenes, los jueces la denegaron.

"Sólo queríamos demostrar de forma pacífica que los jóvenes de Alcorcón no son violentos ni racistas, por lo que no entendemos que no se respete nuestro derecho a huelga y a manifestarnos libremente", señaló el presidente del Sindicato de Estudiantes, Juan José López.

Las protestas comenzaron a primera hora, cuando el 80% de los alumnos no acudió a los institutos de Alcorcón, según fuentes del Sindicato de Estudiantes. La policía se colocó a la entrada de estos centros y prohibió al sindicato que repartiera octavillas con la convocatoria de la manifestación y el mensaje que iba a ser leído en la concentración. De hecho, se incautó de centenares de pasquines que fueron enviados al juzgado de guardia.

Movilización masiva

El comunicado criticaba que se criminalizara a la juventud de Alcorcón. "Creemos que el Ayuntamiento tendría que ponerse a la cabeza de una movilización pacífica, con los sindicatos y con las organizaciones juveniles y asociaciones de vecinos: una movilización masiva de izquierdas que deje claro que Alcorcón no es una ciudad racista", recogía el comunicado.

Los antidisturbios, llegados incluso de Valladolid, escoltaron hasta el metro a un grupo de 25 jóvenes que se congregaron en los alrededores del teatro Buero Vallejo. "Primero nos vigilaban, pero al ver que éramos cada vez más, nos han puesto en una pared, nos han cacheado y nos han obligado a irnos de Alcorcón ya mismo", criticó Tohil Delgado, del Sindicato de Estudiantes. "Queríamos dejar claro que los jóvenes de Alcorcón no son racistas y sí antifascistas, pero nos hemos encontrado con un estado policial que nos traslada a hace 50 años", añadió. La policía comenzó a replegarse hacia las dos de la tarde.

El Ayuntamiento buzoneó el jueves por las casas de la población copias del Manifiesto por la convivencia y la tolerancia, que firmaron más de 200 entidades sociales y colectivos de la localidad. El PP no firmó este comunicado. "Contra lo que se ha dicho, no hubo el pasado fin de semana enfrentamientos entre bandas rivales, sino unas agresiones localizadas, cuyas causas y autores van a esclarecerse en los próximos días", señala el manifiesto.

Un grupo de <i>antidisturbios</i> vigiló la calle Mayor de Alcorcón para evitar que los estudiantes accedieran a la plaza del Ayuntamiento.
Un grupo de antidisturbios vigiló la calle Mayor de Alcorcón para evitar que los estudiantes accedieran a la plaza del Ayuntamiento.CLAUDIO ÁLVAREZ

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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