"Sin Riquelme, perdemos todos"
Ante el Madrid, Pellegrini, el técnico del Villarreal, vuelve a prescindir del argentino al no cumplir sus requisitos: "Respeto, compromiso y rendimiento"
"¿De qué vamos a hablar? ¿De Riquelme?". En efecto, Manuel Pellegrini (Santiago de Chile, 1953) lo adivina. Es inevitable tratar de averiguar por qué excluye por sexta vez consecutiva, en esta ocasión ante el Madrid, al jugador sobre el que el Villarreal construyó un delicioso estilo en las dos últimas temporadas. Para un entrenador como el chileno, que mira por el espectáculo, ¿no es una falta de respeto excluir al futbolista que más puede hacer disfrutar al aficionado? "No sé si la palabra es falta de respeto. Lo que es indudable es que la gente sale perjudicada, lo mismo que el club, el técnico, los compañeros y el jugador. Si uno toma esa decisión será por algo. Hay cosas que producen mucho más daño si uno las permite", alega.
"Veo más tranquilos al Barça y al Sevilla. El Valencia y el Madrid están más alterados"
"Evalúo a un jugador de idolatría especial, pero no necesito el visto bueno de arriba para decidir"
Cosas... ¿Qué cosas? "Riquelme no cumple con los requisitos para entrar en una convocatoria. Yo he hablado de respeto, compromiso y rendimiento", recuerda Pellegrini. De estos tres requisitos, a simple vista, sólo se puede afirmar que Riquelme cumple moderadamente el tercero. Sin ser el del ejercicio pasado, es el máximo asistente de la Liga, junto al sevillista Alves, con seis pases de gol, pese a haber participado mucho menos. "Eso es discutible. Los rendimientos personales los evalúo de forma interna, no externa", matiza el responsable del Villarreal.
Ahora bien, el conflicto presenta un tercer hombre: el presidente del club, Fernando Roig, que rompió con su estrella el día en que ésta se negó a entrevistarse con él y quiso enviar en su lugar a uno de sus representantes. Riquelme, muy mimado hasta entonces, había querido alargar sus vacaciones navideñas como el curso pasado. Tal y como venía conquistando ventajas desde que llegó a Vila-real tres años antes. Hasta que Roig dijo basta. Y Pellegrini accionó la guillotina coincidiendo con su señal. "No; no tiene ninguna relación", sostiene; "yo no he accionado ninguna guillotina. Estoy evaluando a un jugador del plantel, a un jugador de idolatría especial por todo lo que ha hecho. Pero yo no necesito tener el visto bueno de arriba para tomar decisiones". ¿Y cuál es ahora la diferencia? Riquelme siempre tuvo sus privilegios. "Las relaciones internas con los jugadores las manejo de forma interna. No trato de dar argumentos para demostrar que tengo la razón", protesta Pellegrini.
El Villarreal ha intentado sin éxito buscar una salida a Riquelme. Incluso el presidente del Boca Juniors, Mauricio Macri, le telefoneó para saber si estaría interesado en volver a su ex equipo. Pero el centrocampista se niega. Sabe que es casi imposible encontrar un hábitat mejor: cobrar cuatro millones de euros anuales, marcar el estilo y soportar una presión muy inferior a la de otros clubes. Claro que, si no se doblega ante Roig, difícilmente volverá a vestirse de amarillo. Es un callejón sin salida. Aunque Pellegrini, que acaba de renovar por una campaña, se niegue a firmar la defunción de su equipo: "Sí, salimos perdiendo todos. Pero, sin Riquelme, también sabemos jugar. Ganamos la Copa Intertoto sin él con un altísimo nivel".
Decía Bella Gutman, histórico técnico húngaro del Benfica, que la tercera temporada es la más difícil para un entrenador. "Cuando se consiguen los logros en las dos primeras, la vara queda muy alta y probablemente no llegaremos otra vez a una semifinal de la Champions. Hubo un pico emocional del que nos cuesta levantarnos", dice Pellegrini. Pero da la impresión de que se perdió el estilo. Ante el Sevilla, el Villarreal fue un equipo combativo y solidario, pero vulgar: "Necesitamos tener una relación con el balón, una mayor paciencia para rotar más y buscar los espacios. Estamos jugando demasiado directos. No hemos podido retomar un estilo relacionado con rendimientos individuales, inserto a su vez en un funcionamiento colectivo que se nos ha ido deteriorando. Perdemos más fácilmente la pelota. Durante dos años deslumbramos a Europa por la manera de jugar. Lo que menos nos falta es exigencia y agresividad. Hay que recuperar el fútbol. Y no pasa por un jugador".
La gran esperanza de Pellegrini se llama Matías Fernández, compatriota suyo: "Va a marcar una diferencia en el fútbol español. Tiene unas condiciones pocas veces vistas. Es un media punta que también puede arrancar desde atrás. Tiene mucha pegada y es muy potente. Las expectativas que teníamos sobre él han crecido viéndolo entrenarse aquí". Matigol será hoy una de las atracciones ante el Madrid, un rival al que el Villarreal nunca ha vencido en competición oficial: "Llevamos tres años diciendo lo desastroso que es el Madrid, pero uno mira la clasificación y siempre está ahí. Ha ido cambiando las características, pero tiene individualidades permanentes". ¿Favorito para ganar la Liga? "El fútbol es un estado anímico y en eso veo más tranquilos al Barça y el Sevilla. Veo al Valencia y el Madrid alterados por distintas situaciones. Y al Atlético, alterado desde hace años. Me sigue gustando el Barça, que sale a buscar el partido en cualquier cancha. Y nosotros, que salimos a jugar de grande a grande sin ser un grande". En la búsqueda de esa grandeza, ¿qué jugadores le han gustado? "Villa tuvo un gran comienzo. Estuvo imparable. También Sergio Ramos, que mantiene una regularidad importante pese a no ser creativo".
No menciona a Cazorla, el medio procedente del Villarreal que triunfa en el Recreativo. ¿Un error de Pellegrini? "Un triunfo mío. A Cazorla lo hice jugar en Primera 30 partidos el primer año y 30 el segundo, cuando su rendimiento bajó. Si lo dejo aquí tapado y juega cinco partidos, liquido su carrera. Yo soy el que más me alegro. Y de Font y de Arzo. Les faltó madurez para entender cómo el club venía creciendo y la van a ganar afuera. Tienen las puertas abiertas para volver. Fui muy justo. Cazorla lo está aprovechando, Font no se ha podido consolidar en Osasuna y Arzo está intermitente".
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