Petición de cuatro años por destrozos en Russafa en una protesta contra España 2000

El fiscal pide 4 años de prisión para los cuatro imputados por los desórdenes y daños causados por un grupo de contramanifestantes que salieron a la calle el 2 de marzo de 2002 en Russafa como protesta por la manifestación convocada por la organización ultraderechista España 2000. El fiscal considera que los cuatro procesados son responsables de un delito de desórdenes públicos, de otro de daños y de uno de atentado a la autoridad. Además, el ministerio público fija en casi 6.000 euros la cantidad que deben pagar al Ayuntamiento por el mobiliario urbano destrozado y establece la obligación de abonar a las entidades bancarias CAM, Bancaixa y Caixa d'Estalvis, y a la empresa Telepizza las cantidades derivadas de las reparaciones por los daños causados en sus sedes de la calle del doctor Waskman de Valencia.

Cuando el Juzgado de Lo Penal número 8 de Valencia aún no ha dictado sentencia tras la celebración de juicio contra el máximo responsable de España 2000, José Luis Roberto, por incitación a la xenofobia, las consecuencias de aquella manifestación vuelven a entrar en un juzgado. Contra Roberto, la Fiscalía no acusó, pidió la libre absolución al no apreciar indicios de delito. En esta ocasión, el ministerio público considera probada la responsabilidad de los cuatro acusados en la quema de contenedores, la rotura de lunas de varias sucursales bancarias y en una parada de autobús y los daños contra un coche policial.

Según consta en el escrito de calificación, a las 19.30 del 2 de marzo de 2002, los simpatizantes de la organización España 2000 empezaban a hacerse visibles por las calles de Russafa. La plataforma ultraderechista había convocado una manifestación sin que la Delegación del Gobierno, entonces en manos de Carmen Mas, modificara siquiera el recorrido. El lema: Russafa limpia, no a la droga, no a la delincuencia, no a la inmigración ilegal.

Recoge el fiscal que la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional supo que la Asamblea Antifascista convocó a sus simpatizantes para ese mismo día, aunque a las 18.00, con la intención de "oponerse a la manifestación convocada por los que ellos llaman neonazis de España 2000".

"Ante la posibilidad de que hubiera incidentes entre los dos grupos extremistas, y para evitar alteraciones del orden público, se dispuso un dispositivo especial". La policía cargó contra los contramanifestantes para evitar que coincidieran en las zonas del recorrido de España 2000. Y, según el fiscal, "un grupo de unos 25 jóvenes, entre los que se encontraban los acusados Jordi M. M.; Sergio S.; Ricardo E. D.; y Felipe R. A., actuando de forma conjunta y organizada, procedieron a cruzar vallas, contenedores y vehículos en la calzada". Las consecuencias fueron la quema de tres contenedores, el destrozo de tres paradas de autobús y en varios establecimientos.