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Industria considera en "vía muerta" la ampliación del número de nucleares

El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, aseguró ayer que cualquier posible extensión del actual sistema de generación de energía eléctrica con centrales nucleares de segunda generación (como las existentes en España) está "en vía muerta".

En un acto organizado por el Foro Nueva Economía, Clos explicó que "la posición del Gobierno de España es muy clara: no vamos a aumentar la proporción de energía nuclear". Porque se está en una fase, dijo, en la que las centrales generan un residuo que "hay que almacenarlo, que es muy complicado, y no sabemos las consecuencias a largo plazo. Esto es lo que hay en este momento". "Ya veremos lo que pasa en unos años", agregó, pero las "centrales convencionales actuales son inaceptables a largo plazo". "Seamos pragmáticos", pidió Clos, para quien en los próximos 10 años es "inviable" pensar que puede haber un "apoyo popular y democrático suficiente para construir centrales nucleares de segunda generación".

Además de alinearse con las tesis sobre energía nuclear que maneja el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, Clos adelantó que en la revisión de la tarifa eléctrica prevista a partir de julio (en enero, la subida media para los hogares fue del 2,8%) no prevé que haya subidas "importantes", dada la evolución de los precios del crudo y del gas. Ambos son fundamentales para los costes de generación.

Precio de mercado

"Las subidas", aseguró Clos, "se decidirán a partir de las subastas [de electricidad, el nuevo mecanismo puesto en marcha por Industria que se celebrará trimestralmente], no por la Administración sino por el precio de mercado. Viendo la evolución del precio del petróleo en las últimas semanas, no prevemos que haya subidas importantes en los próximos meses", concluyó.

El ministro, que eludió responder a cuestiones relacionadas con las OPA sobre Endesa, aseguró que su departamento está preparando una nueva regulación de la distribución eléctrica. Clos se marcó el objetivo de que, a finales de año, el 50% de la electricidad se venda en el mercado liberalizado y de que el 1 de julio de 2008 se supriman las tarifas reguladas en la alta tensión.

Aunque el sector energético, que factura anualmente 86.000 millones de euros (supone el 8,6% del PIB, destacó Clos), centró la mayor parte de la intervención del ministro, éste respondió también a algunas cuestiones de otros sectores como el del automóvil. Así, sobre los cambios en la fiscalidad que inquietan al sector, Clos fue muy claro al asegurar que España se alineará con las medidas que impulsa Bruselas y no se convertirá en una excepción.

En el sector tecnológico, Clos auguró que España se equiparará a la media de la UE en acceso a Internet y banda ancha en tres o cuatro años.

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