"Hay muchos que corren más que yo"
Nadal dice que tiene "buenas sensaciones" y que justo cuando entra en la segunda semana del Open está "en el mejor momento del año". "Quiero seguir siendo número dos del mundo. Ésa es mi presión", añade antes de atender a EL PAÍS acompañado por tres gruesos filetes y unos macarrones.
Pregunta. Con 20 años, ha ganado usted dos Grand Slams, intenta conseguir el tercero en Australia, tiene dinero, fama...
Respuesta. El dinero es importante hasta cierto punto. Uno no juega por dinero ni juega pensando, 'si gano este partido...' (Alarga el brazo con la mano extendida) Uno juega por títulos. Al menos yo. Juego para llegar a ser uno de los mejores. No juego por dinero, que se acaba. La motivación es que tengo 20 años y que siempre uno desea mejorar.
"Yo no sé cuál es la clave ni para ganar ni para perder... Sinceramente, la clave es tener la suerte de ser bueno. Ésa es la realidad"
"Llevo 62 partidos sin perder en tierra. Eso es complicado de conseguir sin un plan B porque no siempre te salen las cosas bien a piñón fijo"
P. ¿Se refiere a ser uno de los mejores de la historia?
R. Uno de los mejores de ahora. No puedo pretender ser uno de los mejores de siempre porque de momento no estoy...no sé si estoy en el camino o no, pero tengo 20 años y para ser uno de los mejores hay que ganar mucho más.
P. Para lograrlo y ganar aquí se ha quedado sin vacaciones. ¿Cuántos tenistas hay así?
R. Yo creo que muy pocos.
P. ¿Qué hizo en Navidades para preparar este torneo?
R. Llegué [a Manacor, en Mallorca] y no descansé ni un día. He trabajado bastante duro en pretemporada para estar ahora con las mayores garantías posibles y estoy satisfecho: las cosas pueden salir bien o mal pero yo estoy tranquilo con lo que he hecho.
P. ¿La clave es el trabajo?
R. La clave uno nunca sabe cuál es. Yo no sé cuál es la clave ni para ganar ni para perder...sinceramente, la clave es tener la suerte de ser bueno. Ésa es la realidad.
P. La superficie de Melbourne favorece a los pegadores. ¿Se considera usted un tenista técnico?
R. No creo que sea especialmente técnico. Creo que soy un jugador no malo técnicamente, pero a lo mejor eso me obliga a imponerme antes mentalmente y a imponer un buen ritmo sobre la pista y luchar hasta el final. Me parece injusto cuando dicen que mi juego es sólo el físico y el correr. En esto hay mucha gente que corre más que yo. Cada uno tiene su forma de jugar y la mía es ir siempre al cien por cien, tanto física como mentalmente. Luego tiene que estar todo lo demás. Con lo otro, uno puede ganar dos partidos, pero no llega.
P. ¿Cómo se adapta su juego a pista rápida?
R. No es nada nuevo. He jugado bastantes veces y he tenido buenos resultados. No es que sea un problema. A veces me cuesta más llegar a jugar bien sobre pista rápida, pero está demostrado que si lo consigo tengo opciones.
P. Usted es una excepción. Los españoles siempre han tenido problemas fuera de la tierra batida.
R. Creo que eso ha cambiado. Los jugadores españoles, menos en hierba, ya no tenemos malos resultados en todos los tipos de pista rápida, de greenset o de cemento. Tenemos que estar contentos.
P. Antes de viajar a Melbourne, su tío Toni, que también es su entrenador, dijo que es usted "un tenista en formación".
R. Uno siempre quiere mejorar, y si un chico de 20 años no es un jugador en formación no sé cuándo lo va a ser. Esa es una edad muy joven como para poder hablar de un jugador definido. Yo, evidentemente, tengo que mejorartanto lo que hago bien como lo que no hago tan bien. Ése es el objetivo, junto a intentar seguir entre los mejores del mundo.
P. Para jugar en Australia quería mejorar la derecha y el servicio.
R. La derecha no. Ni mucho menos era mala. Simplemente tiene que coger un poco más de golpe ganador, pero ha sido buena. Sin una buena derecha, teniendo un saque bastante malo, flojillo, como ha sido los dos últimos años, aunque ahora lo tengo un poco menos malo, es imposible que fuera número dos del mundo.
P. ¿Le falta un plan B?
R. ¿Un plan B para qué?
P. Para un partido en el que no le va bien con su tipo de juego.
R. No creo que sea un jugador que salga a la pista y siga a piñón fijo si las cosas no le van bien. Siempre intento buscar soluciones, dentro de mis posibilidades, y no creo que sin un plan B, sin tener opciones de reaccionar mentalmente fuera número dos del mundo ganando 11 torneos el año pasado. No creo que sin un plan B se puedan ganar todos esos partidos, porque llevo 62 seguidos sin perder sobre tierra. Eso es complicado de conseguir sin un plan porque no todos los partidos te salen las cosas bien a piñón fijo. Tienes que pensar y buscar soluciones: no los 62 días me ha salido bien el plan A. Siempre hay que cambiar. Evidentemente, hay que aceptar las críticas, porque siempre es interesante escuchar a la gente y aprender para seguir mejorando.
P. Ha cambiado su servicio. ¿Se ve sacando a 230 kilómetros por hora?
R. No. A 230, no. Uno, con estas cosas, nace. Me veo cubriendo mejor mi saque y terminando por tenerlo muy bueno. Estoy contento con mi saque. Creo que lo puedo mantener en los momentos buenos y malos . Lo tengo bastante sincronizado.
P. ¿Cuál es su límite?
R. No lo sé. A lo mejor ya ha llegado. A lo mejor no. Nunca sabe uno cómo le van a ir las cosas. Siempre se habla de la futura rivalidad. Hay que vivir el presente e intentar preparar el futuro para que salga lo mejor posible. Ojala pueda estar ahí arriba dentro de unos años, porque querrá decir que las cosas han seguido saliendo bien. Hay que trabajar y estar preparado para todo.
P. ¿Cuántas veces le han preguntado por Federer?
R. No sé, muchas. Si me comparan con él no es mala señal.
P. ¿Qué se quedaría de él?
R. Casi todo. Lo tiene todo perfecto. Es el mejor de la historia, o uno de los mejores. Es un jugador muy completo: tiene todos los golpes y saca muy bien.
P. ¿Cómo vive su rivalidad?
R. No la vivo. Cuando miro el cuadro de un torneo, al único que no veo es a Federer, que es el que está por el otro lado y al que sólo me puedo encontrar en la final. Y para llegar a la final me quedan a veces cuatro, cinco, seis partidos muy difíciles que ganar. No pienso en Federer, sino en mí mismo y en jugar bien yo. Y si me encuentro a Federer, pues encantado, porque quiere decir que he hecho un muy buen torneo y estoy en la final.
P. Ferrer dice que usted es mentalmente el mejor de la historia.
R. No creo que sea cierto. Soy luchador y intento estar ahí hasta el final, dándolo todo, porque así se va uno más tranquilo.
P. Su entorno es clave. ¿Sigue viviendo con sus padres?
R. Estoy encantado de estar con ellos. No me gustaría estar lejos de mi familia, aunque podría irme a vivir solo. No pienso en cambiar nada de mi vida.
P. Normal: ya ha conseguido más con 20 años que muchos al final de sus carreras.
R. La verdad es que no me imaginaba hace dos años que estaría donde estoy. No me puedo quejar de cómo van las cosas.
P. Sin embargo eso le obliga a cumplir con múltiples compromisos con marcas y periodistas.
R. Lo hago un poco como rutina. Cuando termino, tengo mi trabajo. Y mi trabajo es todo, no sólo lo de la pista, aunque evidentemente eso, lo de dentro de la pista, sea lo más importante. También hay que divertirse, intentar pasárselo lo mejor posible y trabajar.
P. ¿Es duro no controlar lo que escriben de usted? Llegaron a querer implicarle en la Operación Puerto sin mostrar prueba alguna.
R. Yo estoy tranquilo. Cuando uno tiene la conciencia tranquila no tiene nada de lo que preocuparse. La gente que escribe a veces se cree que tiene el poder. No voy en contra de los periodistas, pero los que escriben, por tener un boli en la mano, se creen que tienen el poder y pueden escribir lo que quieran. Al final yo creo que se mitifican las cosas: soy una persona muy normal, un chico de 20 años. Cuando estoy en Mallorca voy con mis amigos de toda la vida, con la pandilla de cuando iba al colegio, con mi familia...nada especial. Ni mucho menos me iría a meter en una Operación Puerto de médicos, de doping. Yo amo el deporte y hacer algo así, que podría perjudicar mi carrera, por lo que podrían sancionarme, por hacer una trampa, en mi vida lo haría. Por eso estoy tranquilo. De lo que escriben...sabemos que a veces salen cosas que a uno no le gustan, que no has dicho exactamente, que se le cambia el contexto o se le busca un significado distinto, pero eres una persona pública y tienes que aceptar tanto las cosas buenas que dicen de ti como las malas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.