Detenidos sólo tres de los 23 buscados
Siete llevan una semana huidos, y otros 10 dieron el jueves una rueda de prensa en Vitoria
Las fuerzas de seguridad sólo pudieron detener ayer a dos de los 23 buscados por su pertenencia a Jarrai-Segi. Un tercer integrante de la organización ya estaba arrestado desde el jueves, después de que la Ertzaintza le sorprendiera en Bilbao empapelando un autobús con pegatinas de apoyo al etarra en huelga de hambre Iñaki de Juana. Del resto, nada se conoce, pese a que 10 de ellos ofrecieron el jueves una rueda de prensa en Vitoria, para hablar de la inminente sentencia. De siete se sabe desde hace un par de semanas que estaban en paradero desconocido. Ayer ya aparecieron en las calles del País Vasco carteles llamando a la "lucha" contra la decisión del Supremo.
Las órdenes de detención fueron cursadas por la Audiencia Nacional antes de la hora de comer. La Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía las recibieron sobre las tres de la tarde, y la Ertzaintza, sobre las cinco y media.
La Guardia Civil detuvo en la calle Lizardi del barrio de Intxaurrondo a Amaia Arrieta González, ex integrante del área de Internacional de Gestoras Pro Amnistía, y su pareja, Igor Ortega Sunsundegi, nacido el 9 de mayo de 1975 en Barakaldo (Vizcaya). Ya en 2001, fue localizada durante un registro de la casa que la pareja compartía una carta de captación para integrarse en ETA.
El tercer detenido es Iker Frade Bilbao, de 24 años, arrestado desde el jueves por la tarde en dependencias de la Ertzaintza, cuando, junto a un grupo de personas que cubría sus caras con máscaras blancas, hizo bajar a todos los ocupantes de un autobús de línea de Bilbao y colocó pancartas y pegatinas de apoyo a De Juana Chaos.
La operación de búsqueda de los 23 miembros se ejecutó con improvisación. De hecho, la Ertzaintza visitó al menos cuatro domicilios en Guipúzcoa por los que ya había pasado la Guardia Civil, mientras que en una vivienda de Vizcaya agentes de ambos cuerpos coincidieron en la puerta de uno de los buscados, que no estaba.
Fuentes judiciales aseguraron que inicialmente se había anunciado que el fallo se iba a retrasar hasta el 8 de febrero para impedir la huida de los condenados. Además, aseguran, el Supremo había avisado con 24 horas de antelación a las fuerzas de seguridad. Sin embargo, fuentes del Ministerio del Interior y de la Ertzaintza negaron este extremo. Interior aseguró que se les informó de las órdenes a las 13.30 y que los dos objetivos que se le habían marcado son los que fueron detenidos ayer.
Las citadas fuentes judiciales consideraron "excesiva" la decisión de la Audiencia Nacional de ordenar las detenciones tras el fallo del Supremo, dado que buena parte de los 23 ha cumplido el límite de cuatro años en prisión preventiva, por lo que sólo les quedan dos años de prisión y podrían salir en seis meses en libertad condicional. Además, si recurren en amparo, el Constitucional podría suspender la ejecución de la sentencia y, por lo tanto, dejarlos sin encarcelar hasta tomar una decisión.
Los servicios antiterroristas ya tenían conocimiento desde hace al menos una semana de que siete de los ahora buscados se encontraban en paradero desconocido. Los otros 10 estaban perfectamente localizados el jueves, ya que ofrecieron una rueda de prensa en Vitoria para relatar los contactos que habían mantenido con distintos partidos políticos vascos y navarros sobre la inminente sentencia. Entre ellos se encontraba Ibon Meñika, detenido el 18 de abril de 2006 en Abadiño (Vizcaya) con 90 bonos, de un precio de 60 euros cada uno, para financiar a ETA.
La tradicional izada de la bandera de la tamborrada, con la que comenzó a medianoche la Fiesta de San Sebastián, en la Plaza de la Constitución, discurrió sin incidentes, aunque un grupo de personas entre el público desplegó pancartas de Segi, además de un cartel con el anagrama de ETA.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.