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Reportaje:

"¿Racismo? No, diferencia cultural"

El acoso a una actriz india en televisión enfrenta a Nueva Delhi y Londres

"Vuelve a las chabolas y jódete con los tuyos". "¿Vives en una casa o en una choza?". "¿Tienes barba? ¡Como un hombre!". "Quiere ser blanca, como si fuera un perro". "No me fío de ese pollo. Quiero comerlo, pero me da miedo. En la India comen con las manos, ¿no? ¿O es en China? Y nunca sabes dónde han puesto la mano...". "Tendríamos que sacarla al jardín y dejarla encerrada ahí fuera".

"Vuelve a las chabolas y jódete con los tuyos", decían los concursantes a Shilpa

¿Son todos estos comentarios un ejemplo de acoso racista de varios concursantes del programa Gran Hermano británico a una concursante india, como creen las más de 22.000 personas que se han quejado ante la agencia encargada de controlar las emisiones de las televisiones del Reino Unido? "¡Oh, no!", responde Channel 4, el canal que lo emite. "Son sólo diferencias culturales y sociales".

La persona acosada es Shilpa Shetty, una de las estrellas más populares de Bollywood, la industria cinematográfica india. Joven, hermosa, multimillonaria y bien educada, Shilpa se ha topado con la feroz hostilidad de varios concursantes de esta edición de Gran Hermano, liderados por una minor celebrity o famosilla llamada Jade Goody, la madre de ésta -que se niega a llamar a Shilpa por su nombre y se refiere siempre a ella como "la india"- y una tal Danielle Lloyd, en tiempos Miss Gran Bretaña y ahora conocida sobre todo por su amistad íntima con Teddy Sheringham, el jugador más veterano de la Liga inglesa de fútbol.

Aunque las quejas por el acoso a la actriz india son un récord en la historia de la televisión británica, Channel 4 y la productora del programa, Endemol, se niegan a expulsar a Jade Goody y Danielle Lloyd -la mamá de Jade ya ha sido eliminada- porque, sostienen, que "no ha habido insultos con intenciones racistas directas". Aunque el patrocinador del programa ha retirado sus anuncios en lo que queda de la quinta edición de Gran Hermano, la publicidad generada por la polémica parece haber llevado a Channel 4 a no expulsar a nadie y no suspender el concurso.

Las audiencias pueden ser millonarias en los días que quedan, pero el prestigio de la cadena puede quedar hecho añicos entre la progresía británica. La postura de Channel 4, famosa por sus informativos rompedores y sus golpes de efecto -como utilizar a una mujer musulmana con la cara completamente tapada por un velo, salvo los ojos, en su felicitación navideña de este año-, ha indignado a India pero también a los indios del Reino Unido, a organizaciones antirracistas y políticos.

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El caso ha tenido el milagroso efecto de unir a la clase política india, sin distinción de fe religiosa y extremismos políticos, y ha provocado manifestaciones y la quema de muñecos con el logotipo de Gran Hermano en la ciudad de Patna. Los diarios indios han abierto sus primeras páginas con la imagen de Shilpa secándose las lágrimas y se preguntan de dónde sale tanto odio contra ella. "Del racismo latente en la sociedad británica", se responden.

El Gobierno indio ha amenazado con presentar una queja diplomática, obligando a intervenir al primer ministro británico, Tony Blair, y a condenar el caso. Al ministro del Tesoro, Gordon Brown, la crisis le ha pillado precisamente en su primer viaje a la India y no ha tenido más remedio que pronunciarse, muy a su pesar, y condenar el carácter "ofensivo" del programa.

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