El triunfo de la voluntad
El Valladolid, único 'segunda' superviviente, apea a un Villarreal sin identidad
Un sucedáneo del Valladolid, un equipo de Segunda, dejó fuera de la Copa a un Primera de hecho. Nada nuevo. Sucede a menudo. Anoche, en El Madrigal, quedó reflejado el estado de ánimo de ambos conjuntos. El equipo reserva del Valladolid fue capaz de pasar la eliminatoria con más que dignidad ante un Villarreal que ha perdido romanticismo e identidad.
En el Valladolid su técnico, Mendilibar, en declaración institucional, apostaba a ganador en la eliminatoria. Confianza ciega en su plantilla, ya que, de inicio, introdujo once cambios respecto al equipo que puso en liza frente al Albacete el sábado. La Copa es un adorno incómodo estando en juego el ascenso a Primera. Pellegrini en cambio, no descafeinó a su equipo, tan reconocible como cualquier alineación en la Liga. En el cartel, el Villarreal disponía de más empaque. El Valladolid, de la ilusión y la confianza por los 19 partidos consecutivos que lleva sin catar la derrota.
VILLARREAL 0 - VALLADOLID 1
Villarreal: Viera; Josemi, Fuentes, Quique Álvarez, Arruabarrena (Bruno, m. 62); Cani, Somoza (Marcos, m. 46), Senna, Mati Fernández; Guille Franco y Forlán (Jonathan, m. 71) No utilizados: Barbosa; y Cygan.
Valladolid: Jacobo; Chema, Baraja, Rafa, Gonzalo Vicente; Iván Hernández, Borja (Álvaro Rubio, m 79); Óscar Sánchez, Asier, Álvaro (García Calvo, m. 77); y Toché (Llorente, m. 62). No utilizados: Alberto; y Víctor.
Gol: 0-1. M. 26. Baraja marca de penalti cometido por Arruabarrena a Álvaro.
Árbitro: Velasco Carballo. Expulsó a Cani por doble amonestación (m. 45) y a Chema (m. 76). Amonestó a Iván Hernández, Josemi, Cani, Quique Álvarez, Rafa, Guille Franco, Óscar Sánchez y Jonathan.
Unos 8.000 espectadores en El Madrigal.
La imagen de Cañizares superado por el túnel de Güiza fue humillante para los valencianistas
El equipo B de Mendilibar le fue comiendo espacio y moral al Villarreal, que, sin Riquelme, resulta un equipo más sin mucho que ofrecer.
Apenas había dicho nada en el ataque el conjunto de Pellegrini y el Valladolid ya pisaba más de lo esperado el área de Viera. En una de ésas, Arruabarrena atropelló a Álvaro y Velasco Carballo decretó penalti. Lo convirtió Javier Baraja. El Villarreal, qué remedio, aceleró el paso con más agresividad que criterio. Llegó el descanso y empeoraron las cosas para los amarillos al resultar expulsado Cani camino del vestuario por discrepar, vehemente, con el árbitro.
Tocaba épica para el Villarreal. No llegó. Forlán dispuso nada más iniciarse el segundo periodo de una ocasión. Se quedó solo ante Jacobo y no supo definir. Con el paso de los minutos decreció la intensidad y la claridad castellonense. Parte del público se acordó entonces de Riquelme, lo que creó un cisma en la grada. El Villarreal ha perdido encanto. Anoche, los reservas de un segunda le apearon de la Copa.
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