La disputa en la caja desata la "guerra total" en el seno del PP

Campistas y zaplanistas se declararon ayer la "guerra total" en el seno del Partido Popular tras constatar que sus discrepancias respecto al control de la Caja de Ahorros del Mediterráneo eran insalvables. La espoleta saltó por los aires pasadas las 13.30 de ayer tras el desacuerdo entre campistas y zaplanistas sobre la continuidad en los órganos de gobierno de la entidad de ahorro de Francisco Grau, amigo del portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana. La ruptura de conversaciones se tradujo en la presentación de dos candidaturas, una pactada por zaplanistas y el PSPV y otra elaborada a última hora por los campistas.

"La decisión de los zaplanistas supone la guerra total", manifestó un alto cargo próximo al presidente de la Generalitat, que no ocultó que el estallido de las hostilidades tendrá repercusiones en la confección de las listas electorales. "Es el final de esa gente, han perdido el juicio", manifestó este dirigente campista, que reconoció que no podían responsabilizar a los socialistas de lo sucedido en la CAM por que están en la oposición y hacen lo que pueden por ganar cuotas de poder. "Nos han dado argumentos para actuar en consecuencia en la confección de las listas electorales", sentenció otra fuente campista.

La indignación y el malestar en la dirección provincial del PP de Alicante, fiel a Eduardo Zaplana, con respecto a sus correligionarios campistas no era menor. "No puede ser que el PP quiera prescindir de gente que ha hecho su trabajo durante 12 años por ser amiga del portavoz del partido en el Congreso", prosiguió un cualificado dirigente zaplanista, "Eso no puede ser ni ahora ni en el futuro". Los zaplanistas justificaron ayer su acuerdo con el PSPV en contra del criterio del presidente de la Generalitat y dieron por hecho que la fractura es de tal calibre que no será posible recomponer el acuerdo con los campistas en la CAM.

Respecto a la posibilidad de que el desacuerdo en la CAM conlleve una purga de cargos zaplanistas en las candidaturas electorales, fuentes de la dirección provincial del PP indicaron: "No se puede prescindir del partido en la provincia de Alicante, por que al final se pueden encontrar sin partido y sin ayuntamientos". "Es hora de hablar claro. Hay una persecución contra Eduardo Zaplana desde el primer minuto de la toma de posesión de Camps. Quieren pasar a cuchillo a los amigos de Zaplana y si Génova [la sede nacional del PP] quiere solucionar el problema en la Comunidad Valenciana debería forzar el acuerdo en las listas electorales", sentenció este cargo zaplanista.

El comité electoral provincial del PP de Alicante trasladó ayer al responsable del programa electoral regional, el consejero Rafael Blasco, que esperan ver recogidas sus propuestas en el documento final. La reunión duró menos de una hora y Blasco no se quedó al almuerzo del presidente provincial José Joaquín Ripoll y los suyos. Fuentes de la dirección alicantina del PP indicaron que la reunión fue sólo de cortesía y sirvió a Blasco para buscar protagonismo en medio de la crisis interna.