Batallar, pero sin los aparatos de control adecuados

En ocasiones hay encargos que no se pueden cumplir. Gearbox tenía la misión de hacer la versión para la portátil de Sony del título de acción basado en la Segunda Guerra Mundial Brothers in Arms, que tan excelentes críticas ha recibido en PC y consolas de sobremesa. Hicieron un trabajo técnicamente excepcional, con unos escenarios y personajes sin precedentes en la pequeña pantalla panorámica de PSP, pero el propio diseño de la máquina ha impedido que no hayan sido capaces de implementar un sistema de control apto para disfrutar de la experiencia.

Los videojuegos y la Segunda Guerra Mundial mantienen una relación simbiótica, los unos la usan como fuente inagotable de aventuras y la otra se asegura de que no se pierde la memoria histórica de tan trágico suceso. En esta ocasión el avión es derribado cerca del frente y el pelotón debe salvar el pellejo al tiempo que abre y asegura el camino en un avance firme contra las tropas del eje.

Al mando del equipo, al que puede dársele órdenes puntuales para que ataquen o defiendan una posición, se deben limpiar todas las zonas de soldados enemigos haciendo gala de buena puntería y sigilo. Mediante un punto de vista cenital se sitúa en el mapa a las posibles amenazas y un círculo que aparece sobre sus cabezas indica, mediante cambio de color, si el soldado está en alerta ofensiva o si está más preocupado por encontrar un lugar donde parapetarse.

No cabe duda de que a los ojos de cualquiera las imágenes mostradas en pantalla son excepcionales y sólo por ello se podría desear este juego. Pero la desesperación pronto se hace palpable en cuanto se va tomando conciencia de lo difícil que es apuntar con la única palanca de control. Hasta que las consolas de sobremesa no han tenido dos palancas de control no han empezado a triunfar los títulos de acción en primera persona como Halo o Call of Duty, porque ello permite dirigir la mirada con una y al personaje con la otra. Al carecer PSP de esta característica, jugar a Brothers in Arms es como ser manco. Ni los modos de juegos para varios jugadores, incluso cooperativos, se salvan por pecar del mismo problema para apuntar.