_
_
_
_
_

Ayala suplica la renovación

El defensa del Valencia, en el centro de las malas relaciones entre el técnico, Quique y el director deportivo, Carboni, termina contrato en junio

Juan Morenilla

"Han pasado 15 días, 16... y nada". El lamento de Fabián Ayala, de 33 años, resume su frustración y enfado con los dirigentes del Valencia, que mantienen un silencio sepulcral sobre su continuidad en el Valencia. Ni el presidente, Juan Soler, ni el director deportivo, Amedeo Carboni, han hecho el mínimo acercamiento para la renovación que el central argentino pide a gritos. El tiempo se agota y Ayala no está dispuesto a prolongar la incertidumbre.

"Me gustaría que se decidieran, para bien o para mal", pidió ayer el defensa en la Cadena Ser. "El presidente ha entrado en el vestuario, me ha saludado y no me ha dicho nada sobre el tema. Del otro lado hay poco interés en que nos sentemos a hablar. Le agradezco a los compañeros y al entrenador que me apoyen para que continúe, pero la parte más importante del club no hace lo mismo", se quejó Ayala.

"Nos sentimos libres", añadió su representante, Gustavo Mascardi. El contrato del jugador finaliza en junio y el futbolista puede negociar ya con cualquier conjunto. "No vamos a esperar eternamente a que Carboni nos llame", aseguró el agente. Ayala admitió la oferta del Villarreal, pero negó que exista un preacuerdo irrompible con el conjunto castellonense. "No hay nada firmado para decir que estoy atado", dijo. "Con el presidente [Soler] llegué a un acuerdo hace meses, y ahora estamos todavía esperando una llamada", se quejó el central. La intromisión en la negociación de Carboni echó por el suelo el acuerdo inicial del jugador con Soler, por dos temporadas más. "Si Carboni tiene algo contra mí, me gustaría saberlo. Yo le respetaba cuando estábamos juntos en el vestuario, y creo que él a mí también", añadió.

Carboni ha pasado factura a Cañizares y a Ayala, a los que no les unía una buena relación. Primero negociando la contratación para la próxima temporada de otro portero, el alemán Hildebrand. "No hace falta un cuarto portero, pero vendrá casi seguro", dijo Cañizares. Y luego impidiendo la continuidad a Ayala pese a la petición del entrenador, Quique Flores, para que siga en Mestalla. "El caso Ayala lo va a resolver el propio Ayala con su rendimiento en el campo. Me encantaría que siguiera", lanzó ayer el entrenador. "Siempre di lo que tenía cada vez que vestí esta camiseta", zanjó Ayala.

El Valencia recibe hoy al Getafe en la vuelta de la Copa con la ventaja del empate a uno en Madrid. "Es un resultado peligroso", advirtió ayer Quique, que convocó a Cañizares para el encuentro pese a que Butelle se perfilaba como el portero de la Copa. Un mensaje demoledor para el tercer portero, Juan Luis Mora, que no entra ni siquiera en las convocatorias en las que Cañizares está previsto que descanse. Detrás de esta decisión asoma otro conflicto: la buena amistad entre Mora y Carboni, enemigo declarado de Quique, que no cuenta para nada con el ex guardameta del Levante.

"No hay estabilidad alrededor de Butelle", comentó Quique. "El cuerpo técnico tiene confianza en él, pero hay demasiado ruido en torno a un jugador ya renovado y eso no es lo mejor. Espero que el tema Butelle se aclare". El joven portero francés, de 23 años, cometió varios errores en Getafe, lo que levantó la polémica sobre la conveniencia de que se vaya cedido la temporada próxima.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_