Sainz se despide del podio

Escarmentado por el fiasco del pasado año, cuando dos problemas técnicos le apartaron de la lucha por la victoria en el lago Rosa, Carlos Sainz se autoimpuso prudencia antes de comenzar un nuevo Rally Dakar. "Ésta es una carrera en la que puedes pasar de la alegría más increíble a la decepción más profunda en sólo veinte metros", dijo el bicampeón mundial de rallies. Pero de nada le ha servido la humildad al español, de 44 años, que ayer volvió a sufrir la inclemencia de una carrera que pasa factura a las mecánicas más noveles. La calamidad asaltó Sainz y su compañero Giniel de Villiers, líder de la carrera hasta ayer, completó un festival de calamidades para Volkswagen.

Después de cruzar como un disparo el primer control de paso, un problema eléctrico caló el Touareg 307 del madrileño en el kilómero 325 de una cronometrada programada a 494. El coche ya no quiso moverse hasta que el camión de asistencia llegó a las coordenadas, bien entrada la tarde. Doscientos kilómetros más atrás, el motor del Touareg 301 conducido por De Villiers ardió como una tea y el gozo del audaz surafricano con él. Al parecer, la culpa la tuvo el turbo. Así las cosas, los dos camiones de asistencia del equipo rodaban por delante cuando los dos coches se quedaron secos, lo que les obligó a recular para remolcarles hasta el campamento.

Tras invertir cantidades ingentes de dinero en tratar de ser los primeros en ganar el Dakar con un diesel, el ambiente que fluía ayer en los tenderetes de Volkswagen instalados en Nema era espeluznante. En el aparcamiento de Mitsubishi, el francés Stephane Peterhansel, el nuevo líder, lucía media sonrisa. La misma que se dibujaba en el rostro de su compatriota Luc Alphand. Tras la escabechina que se produjo en la etapa, ganada por otro francés, Jean-Louis Schlesser, Peterhansel es el nuevo líder, escoltado por Alphand, con menos de ocho minutos de desventaja.

Se desenmascaró finalmente Peterhansel, ocho veces ganador del Dakar y el mejor navegador de entre los participantes, y el morro de su Montero vuelve a dominar. Y lo hace desde antes de abandonar Mauritania, tal como habían previsto Isao Torii y Dominique Serieys, la cúpula del equipo desplazada a África. El Volkswagen mejor clasificado es ahora el de Mark Miller, que ocupa la sexta plaza. Al igual que hizo el portugués Carlos Sousa, también piloto de Volkswagen, el norteamericano hizo lo posible por reparar el Touareg de Sainz. Todo fue en vano. A última hora de la tarde de ayer, Sainz aún viajaba en su coche rumbo al campamento de Nema, a 40 kilómetros por hora, remolcado por el camión de asistencia.

En motos, Marc Coma se mantiene en cabeza de la clasificación general, con casi una hora de ventaja sobre el francés Ciryl Després, tras finalizar tercero el día en que un letón, Janis Vinters, se estrenó como vencedor parcial en el Dakar.

La jornada también fue negativa para Joan Manuel González, Pedregá, ganador de la pasada edición de la carrera en la categoría de quads, que se vio obligado a abandonar debido a un problema mecánico.

Novena etapa (Tichit-Nema, Mauritania: 494 kilómetros)

Coches: 1. J. L. Schlesser (Fra. / Schles-Ford), 5h 32m 3s. 2. L. Alphand (Fra. / Mitsubishi), a 13s. 3. S. Peterhansel (Fra. / Mitsubishi), a 4m 14s. 5. N. Roma (Mitsubishi), a 14m 27s. General: 1. S. Peterhansel, 33h 43m 23s. 2. L. Alphand, a 7m 50s. 3, N. S. al Attiyah (Qat. / BMW), a 1h 23m 21s. 12. N. Roma, a 9h 12m 48s.

Motos: 1. J. Vinters (Let. / KTM), 6h 8m 51s. 2. C. Després (Fra. / KTM), a 7m 31s. 3. M. Coma (KTM), a 7m 53s. 8. I. Esteve (KTM), a 19m 7s. General: 1. M. Coma, 36h 41m 31s. 2. C. Després, a 54m 36s. 3. D. Casteu (Fra. / KTM), a 1h 11m 15s. 6. I. Esteve, a 2h 32m 11s.