El Cremallera no subirá a Montserrat hasta que lo autoricen los geólogos

El acceso a Montserrat se mantiene limitado a causa del desprendimiento de grandes masas rocosas del pasado día 2 de enero que afectó a la carretera y al tren cremallera. La carretera, cuyo responsable es el Patronato de la Montaña de Montserrat, está abierta con un solo carril y paso alternativo regulado por un semáforo. El tren cremallera, cuyas vías están situadas a un nivel inferior, a unos 100 metros, seguirá parado hasta que los geólogos garanticen que no habrá nuevos desprendimientos.

La dirección de la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) no pondrá en servicio el Cremallera hasta que no cuente con un informe que le dé absoluta garantía de circulación. Y este informe llegará cuando finalice el estudio de detalle del estado de las rocas de la peculiar formación de conglomerados graníticos, que ha encargado el Instituto Geológico de Cataluña. FGC ha sustituido el tren por un servicio de autocares mientras se mantenga el problema. "No podemos llevar pasajeros sin estar seguros de que no les pasará nada", afirmó un portavoz de la empresa que no quiso comentar la decisión del patronato de permitir el paso de vehículos privados.

El patronato, vinculado al Departamento de Presidencia de la Generalitat, intentó desde el primer día abrir un acceso a Montserrat, que no ha quedado nunca totalmente incomunicado porque el aéreo pudo mantener el servicio. A las 24 horas del del alud, se abrió la carretera en el punto donde se había producido la caída de piedras, aunque sólo con carril, porque a pesar de tratarse de una zona de relativa anchura de capa asfáltica, ya que se produjo en el recinto del aparcamiento al aire libre del monasterio, esta amplitud se aprovecha para realizar los trabajos con más comodidad y seguridad.

Desde el primer momento, los responsables del Instituto Geológico de Cataluña han inspeccionado la zona. Dieron un primer visto bueno a la entrada en servicio de la carretera con las limitaciones expuestas. En cambio, FGC exigió algo más, un estudio completo de la zona y de las intervenciones que llevar a cabo de inmediato y a medio plazo.

Inspección ocular

Este estudio se está realizando ahora, pero no tiene una fecha de finalización. El miércoles se llevó a cabo una primera inspección ocular de proximidad con un helicóptero, lo que permitió a los técnicos apreciar las grietas de la montaña y la solidez de la roca. Desde el jueves, el estudio se lleva a cabo con dos especialistas colgados con cuerdas en la pared afectada. Según fuentes del patronato, no se ha encontrado ninguna zona de desprendimientos previsibles.

El accidente geológico ha coincidido con la época de menos presencia de turistas en Montserrat. El pasado año utilizaron el tren cremallera 14.109 personas durante el mes de enero, aunque hubo una restricción de servicio por un alud de piedras en el mismo punto. En 2005, el número de usuarios en enero fue de 19.432.

El Patronato de la Montaña de Montserrat espera que el informe geológico sirva para fijar las medidas que tomar y evitar nuevos episodios de desprendimientos, aunque los geólogos entienden que la propia formación de la montaña acarrea estos problemas.

De momento, anticipándose al informe de los geólogos, el patronato y la Dirección General de Carreteras ya estudian una reducción de 50 plazas de estacionamiento, las que quedan frente a la zona del desprendimiento.

El aparcamiento de Montserrat tiene capacidad para 444 vehículos.