Los hermanos del 'derby'

La culpa es de Luis Enrique. Él los unió en el vestuario del primer equipo del Barcelona y ahora, casi diez años después, no hay quien les separe. Cuando no van juntos al cine, comparten tablas de sushi y cuando no, se engrescan en interminables partidas de PlayStation.

A los hijos de Iván de la Peña no les resulta extraña la melena de Carles Puyol. No hay día que a sus teléfonos no lleguen y salgan mensajes de ida y vuelta. Ayer fue Iván el primero que escribió: "¿Dónde es lo del libro?", preguntó Lo Pelat. Puyi le citó en la sede de la Caixa del Penedés en la Diagonal de Barcelona, al mediodía. Allí, los dos amigos, los padrinos del segundo volumen del libro escrito por un grupo de periodistas solidarios, entregaron al departamento de investigación del cáncer infantil del Hospital de la Vall d'Hebrón de Barcelona un talón con los 79.320 euros recaudados por la venta de libro 36 historias solidarias alrededor del deporte, patrocinado por El Corte Inglés y otras 14 empresas. En tan emotivo acto, De la Peña y Puyol hablaron del derby, de lo único que les separa, un par de veces al año, desde que el centrocampista juega en el Espanyol.

"En el campo no hay amigos", aseguró el capitán del Barcelona, que no olvidó que la amistad "está por encima del fútbol y cuando acaba el partido, todo se olvida". "Sólo espero que nuestra amistad dure siempre; conocer a Carles es de lo mejor que me ha pasado en la vida", confesó De la Peña mientras su hermano culé asentía. Su devoción es semejante en lo personal como en lo profesional. Como futbolista, De la Peña -que ha jugado ocho veces un duelo semejante, tres con el Barça y no perdió nunca, y cinco con el Espanyol y los perdió todos- destaca de Puyi varias cosas: "Por su capacidad de liderazgo, su mentalidad y su agresividad, para mí es el mejor central del mundo", dijo. El zaguero azulgrana destacó que la virtud principal de su rival de mañana son las dificultades que genera en el marcaje: "Piensa y ejecuta mas rápido que nadie, así que es muy difícil pararle. Por eso, en cada partido deja tres o cuatro pases de gol que sólo él es capaz de ver".

Puyol asumió que el duelo se preveé bastante más igualado que el de principio de temporada, cuando el Barcelona superó ampliamente al Espanyol en los dos partidos de la Supercopa de España. "Han mejorado mucho desde entonces, el equipo está más acoplado, más seguro y con más confianza en lo que hacen. Están creciendo y nos lo van a poner muy difícil", convino el futbolista de La Pobla, que habló de un "partido intenso". "Espero que sea espectacular, con goles y que el resultado sea bueno para nosotros", confesó Lo pelat, que no escatimó elogios al rival: "Es el mejor equipo del mundo. Cuando juega bien da gusto verle".

El pasado es común y refiere a los años de sueños en La Masía; el presente es una amistad a prueba de derby; lo que pase mañana está por ver pero algo quedó ayer claro. Siempre dispuestos a colaborar en causas solidarias, si en el Espanyol-Barça ven a dos tipos que se quieren como dos hermanos pelear por una pelota, la culpa la tiene Luis Enrique, que les unió hace casi diez años.