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Análisis:A LA PARRILLA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Milá, Terol, Gabilondo

Menuda mañana la de ayer. En La mirada crítica (Tele 5), Vicente Vallés entrevistó a Mercedes Milá, que se mostró generosamente apasionada por su trabajo y defendió sus ideas con uñas, argumentos y dientes. Algún día habría que hacer un estudio psicológico sobre la susceptibilidad de los grandes comunicadores y sobre cómo interpretan las opiniones sobre su trabajo. Milá, sin embargo, dijo muchas cosas a una hora en la que se suele decir poco. "Nosotros hacemos televisión para que la gente la vea", una obviedad que le sirvió para abundar en una sincera defensa de su trabajo que, sin embargo, cayó en algunos lugares comunes, como cuando dijo: "La televisión la denostan quienes, en general, saben muy poco de ella". El diálogo con Vallés fue entretenido, intenso y ágil, y Milá incluso manifestó algunos de sus gustos: "Ya me cansó House" (con House está empezando a ocurrir un fenómeno curioso: los mismos que te daban la tabarra y no sabían hablar de otra cosa se han puesto a denostarlo con retintín).

La Sexta, por su parte, estrenó Sabor de hogar, un magacín diario dedicado a la "casa y la familia" que contó con el feliz broche de una intervención cómica de Óscar Terol travestido de vecina. Terol, que está llamado a palabras mayores, dijo en broma las cosas más serias. Defendió el concepto "picoteo" en lugar del anglosajón zapping y, con su retranca habitual, le soltó a la presentadora Antxi Olano: "Es curioso que este programa defienda a las dos cosas que yo más odio: la casa y la familia". En Las mañanas de Cuatro también se habló del odio terrorista en una tertulia política que tuvo un prólogo inusual y trascendente: una declaración de Iñaki Gabilondo sobre los atentados y la dignidad moral de los familiares ecuatorianos de las víctimas que acabó con un solemne: "Les pido perdón como vasco y como español". Son esos momentos en los que uno no sabe muy bien si, arrastrado por las mejores intenciones y por el poder de la comunicación, uno pueda acabar creyéndose demasiado importante.

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