Touriño acepta aparcar la reforma del Estatuto si sigue el desacuerdo

El presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, admitió ayer por vez primera la posibilidad de aplazar la reforma del Estatuto de autonomía gallego, "tal y como están las cosas" entre el BNG y el Partido Popular. El titular del Gobierno gallego anunció, en declaraciones a la cadena Ser, que convocará varias reuniones en la segunda quincena del mes de enero para buscar un "último esfuerzo", pero dejó abierta la puerta a un aplazamiento que, de no mejorar el cariz de las negociaciones, le parece "razonable".

Sólo una semana después de que reclamara un esfuerzo negociador para renovar el Estatuto, con el anuncio de un llamamiento a los líderes de BNG y PP para una nueva reunión, Emilio Pérez Touriño mostró su cara más pesimista, que justificó por los resultados de una reunión, la mantenida por el popular Alberto Núñez Feijóo y el nacionalista Anxo Quintana, celebrada el pasado 23 de diciembre. El presidente gallego reconoció que aquella reunión no sirvió para acercar posiciones, ya que en ella no hubo avances.

Ante esta situación, Touriño declaró: "Parece razonable que si no somos capaces de llegar a un punto común, de nexo de unión, debemos pensar en aparcar la reforma". Agregó el presidente de la Xunta que en la reunión de Quintana y Núñez Feijóo se pudo "constatar que no acercaron posiciones y de ahí no salieron elementos positivos de avance". No obstante, añadió: "Ahora debemos sentarnos los tres en torno a una mesa y espero, porque sé que lo espera la mayoría de los ciudadanos de Galicia, que podamos reformar el Estatuto, que tengamos la conciencia clara de que el mejor momento es ese y que debemos ser capaces de cumplir, de estar a la altura de las circunstancias y hacer las renuncias necesarias".

Varias reuniones

El presidente convocará no una reunión, como estaba previsto, sino varias en la segunda quincena del mes de enero, con el objetivo de realizar "un último esfuerzo". "Iniciaremos esas entrevistas, que deberían permitir dar ese sprint final; hay un trabajo hecho por la ponencia parlamentaria y que debería fructificar en un Estatuto de máximos en competencias, en recursos y en reconocimiento de nuestro carácter nacional", declaró.

De no alcanzarse el consenso, se conformaría Pérez Touriño con que el proceso de reforma se realice antes de que finalice el año. "Sería una pérdida de tiempo, seguir por detrás de la dinámica de otras comunidades. En la pasada legislatura el PP no quiso impulsarla, y me gustaría como presidente de la Xunta llegar al final de esta legislatura con la reforma del Estatuto como un espacio de fortalecimiento para Galicia", manifestó.

Para ello, y antes de aparcar definitivamente las negociaciones hasta después de las elecciones municipales, abogó Pérez Touriño por celebrar más de una reunión: "No debemos autolimitarnos y

poner toda la intensidad en el trabajo; si no somos capaces de poder arreglarlo en una primera reunión, debemos darnos un margen de maniobra necesario para buscar fórmulas, poner textos encima de la mesa y hacer aquello que los ciudadanos quieren que hagamos. Si lo hicieron Valencia, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía, Baleares, por qué aquí no".

Pese a su creciente pesimismo, el presidente de la Xunta de Galicia recordó que otras comunidades "avanzan y tienen más recursos" y que "el mejor tiempo es el presente" para renovar el Estatuto.