Resultado engañoso
El Madrid vence al Joventut en un duelo extraño en el que casi pierde una renta de 24 puntos
Cualquiera que observe el resultado sin haber visto el encuentro podría llegar a ciertas conclusiones. Dos equipos como el Madrid y el Joventut, con una buena dosis de talento en sus filas, llegando casi a los 100 puntos ambos y resolviendo por tan sólo cuatro, igual a partidazo disputadísimo, emocionante y manteniendo el ánimo encogido de todos los espectadores hasta el segundo final. Casi dan ganas de decirles que se queden con esta idea porque la realidad fue bien distinta. El Madrid arrasó durante 27 minutos hasta dejar el debate aparentemente muerto (67-43). El resto fue para que los jugadores de la segunda unidad del Joventut diesen una lección de pundonor, orgullo y profesionalidad que les llevó a maquillar un tanteador que llevaba camino de una diferencia escandalosa. Al menos, demostraron que son una especie de Terminator en su primera versión, aquélla en la que Arnold Schwarzenegger parecía tener más vidas que un gato.
VIVEMENORCA 79 - POLARIS W. MURCIA 84
VIveMenorca: Nacho Rodríguez (9), Bazdaric (16), Stojic (12), Clancy (3) y Moss (17) -cinco inicial-; Yáñez (0), Alzamora (0), Brown (2), Ivanov (6), Llorens (6) y Farabello (8).
Polaris World Murcia: Dragic (2), Risacher (0), Myers (19), Fizer (25) y Thompson (11) -cinco inicial-; Gavel (12), Triguero (0), Robles (6), Sánchez (0), Brown (9) y Fernández (0).
Árbitros: Perea, Conde y Martínez Díez. Sin eliminados.
Unos 5.250 espectadores en el Pabellón Menorca.
1º CUARTO: 22-15
2º CUARTO: 17-23
3º CUARTO: 14-23
4º CUARTO: 26-23
REAL MADRID 95 - DKV JOVENTUT 91
Real Madrid: Tunceri (0), Tomas (7), Smith (10), Hervelle (13) y Varda (0) -equipo inicial-; Reyes (21), Bullock (26), Hernández Sonseca (9) y N'Guema (9).
DKV Joventut: Bennett (3), Fernández (9), Gaines (13), Barton (15) y Archibald (5) -equipo inicial-; Vázquez (11), Dueñas (2), Rubio (5), Huertas (9), Flis (0), Betts (5) y Laviña (14).
Árbitros: De la Maza, Guirao y Jiménez. Excluyeron por personales a Tomas (m. 38), Huertas (m. 38) y Archibald (m. 38).
Unos 13.000 espectadores en Vistalegre.
1º CUARTO: 25-18
2º CUARTO: 29-18
3º CUARTO: 18-19
4º CUARTO: 23-36
El duelo tenía su aquél. Sobre todo, por ver la reacción de los madridistas después de sus dos últimas derrotas. Su inicio de temporada había disparado el optimismo. Pero llegaron las lesiones, faltaron Raúl López, Mumbrú y Hamilton y dos salidas sin recompensa a Valencia y Girona hicieron aparecer alguna que otra sombra en el luminoso panorama. De vuelta a su guarida, todo volvió a su cauce habitual durante tres cuartas partes del encuentro, que fueron una nueva exhibición blanca. Ayudó mucho el nefasto rendimiento del Joventut, que pareció haberse dejado en su partido de la Euroliga en Belgrado todo el acierto que le correspondía esta semana. Librado de estos dobles compromisos, el Madrid aprovechó su ventaja y no dio más conversación de la necesaria. Y eso que, al menos durante el primer tiempo, el Joventut llevó su defensa más lejos del límite permitido. En sentido literal, pues la mayoría de sus jugadores, sobre todos los pívots, confundieron el baloncesto con el kárate y la colección de mandobles fue tal que a Aito no le daba tiempo a cambiar a sus hombres altos antes de que agravasen en demasía sus problemas de personales. En este ambiente guerrero, no es de extrañar que Felipe Reyes luciese como ninguno. Vive un momento espléndido el internacional, pues poco a poco ha conseguido tapar una de sus escasas lagunas. Ese tiro de 4-5 metros que prodiga cada vez más está dando una versatilidad a su juego que, sumada a sus habituales números debajo de las dos canastas, le está mostrando como un jugador más determinante que nunca. Cuando Joan Plaza le dio descanso para que no le ocurriese como a los pívots del Joventut, que iban uno tras otro al banquillo con tres faltas quedando un mundo, apareció Bullock. El estadounidense se forró y el Madrid dejó el encuentro hecho una piltrafa en el descanso (54-36).
Por si no tuviera suficientes problemas, Rudy Fernández, tocado en un tobillo, se quedó definitivamente en el banquillo del Joventut y al poco rato le acompañó Bennett después de un golpe. Pero, entre que la rotación del Madrid sufre al no poder contar con tres jugadores de primera línea y que el ardor guerrero de los Rubio, Laviña y compañía no parece tener fin, el supuesto paseo blanco se fue convirtiendo en uno de esos finales en los que sabes que te vas a ir a la ducha con una nueva victoria, pero en los que se te va poniendo cara de susto. Faltó un poco de acierto en un par de triples de Laviña y Burton y puede que dos o tres minutos más de partido. Pero estas cosas pasan de ciento en viento y ayer no era uno de esos días. Tampoco habría sido justo, pues, aunque en cuestiones de empuje fueron parejos los dos equipos, el buen baloncesto lo puso el Madrid.
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