Marcelo enseña la salida a Bravo
La semana ha puesto en el punto de mira a Gago, el mediocentro fichado en el mercado invernal procedente del Boca Juniors. Incluso, aunque menos, a Higuaín. Los dos han monopolizado los debates. Mientras tanto, el tercer fichaje navideño del Madrid, el brasileño Marcelo, ha pasado inadvertido. Su destino, parece, es el Castilla. Un joven de 18 años como apuesta de futuro, un asunto a largo plazo.
Sin embargo, el que casi con toda seguridad va a debutar hoy con el club blanco es el lateral zurdo. La lesión de Roberto Carlos, con un fuerte hematoma en el muslo derecho, ha situado a Marcelo exactamente en la misma posición en la que su compatriota estuvo hace diez años, también con Fabio Capello en el banquillo: la de presentarse en Riazor. Roberto Carlos se estrenó marcando un gol.
Marcelo, criado en los campeonatos menores de fútbol sala y seguido desde hace tiempo por Monchi, el infalible secretario técnico del Sevilla, se ha beneficiado de la caída en desgracia de Raúl Bravo. El valenciano, alabado por el cuerpo técnico a principios de temporada "por su versatilidad en la defensa" y sus prodigiosas prestaciones físicas, se ha convertido, junto a Cassano, en el más olvidado de la plantilla.
El recorrido en el Madrid del ex internacional español -jugó la Eurocopa de 2004, en Portugal, a las órdenes de Iñaki Sáez- se acaba. Usado intermitentemente como recurso y, sorprendentemente renovado en su momento, siempre ha acabado por desaparecer como opción. En esta oportunidad, parece que definitivamente. Y eso que Capello, durante bastantes jornadas, le utilizó como gran recurso de recambio y le alabó en público.
Amparado en el gusto de los directivos por los muchachos callados que cobran poco y casi nunca abren la boca para quejarse, Bravo ha permanecido en la entidad sin que su nombre figurase en las quinielas veraniegas. A sus 26 años, lleva seis temporadas en el primer equipo, en las que ha disputado 75 partidos.
"Hay jugadores sin técnica que pueden competir en Primera porque tienen cabeza. Bravo no tiene técnica y tampoco tiene mucha cabeza. Pero sí velocidad. Con eso le alcanza", dijo en su momento un trabajador del Madrid. Quizá le siga llegando para mantenerse en Primera. Pero no en el Bernabéu. "Si quieres rapidez, Bravo es tu hombre", comentó otro miembro del cuerpo técnico. Capello ya no quiere velocidad.
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