Automóviles para el cliente 'verde'

La industria del automóvil se siente cada vez más presionada para reducir los consumos de combustible. No sólo por las autoridades; ahora también por los consumidores. En respuesta a esta exigencia, los directivos del sector, reunidos en su gran cita anual en Detroit (EE UU), debaten cómo dar nuevos pasos en la concentración del sector. Las alianzas -como la que exploran Ford y Toyota- se conforman como la mejor fórmula para desarrollar vehículos más limpios.

Este panorama se deduce de la opinión dominante entre los 150 altos directivos mundiales del sector encuestados por KPMG en vísperas del Salón Norteamericano del Automóvil, que se celebra desde mañana domingo hasta el día 21 en Detroit. La cuna estadounidense de la automoción vive momentos bajos, dado el declive de sus tres grandes fabricantes -General Motors, Ford y Chrysler- ante el empuje de los asiáticos. Las marcas americanas reciben las peores perspectivas entre los ejecutivos, y parecen menos preparadas que sus rivales para una mayor exigencia medioambiental

Los encuestados perciben un cambio definitivo en los gustos de los consumidores, influidos por los altos precios del petróleo y una mayor preocupación por la contaminación. Acaba el auge del todoterreno, el producto de moda en los últimos años y muy rentable para los fabricantes, a favor de vehículos más eficientes, en especial los híbridos (que combinan motor eléctrico y de gasolina, como el Prius de Toyota), de los que se vendieron más de 200.000 el año pasado.

Un 89% de los directivos del sector asume que la eficiencia en el consumo de combustible será "extremadamente importante" en la decisión de compra, al mismo nivel que la calidad del coche y por encima de criterios como la seguridad, el confort o el diseño. Un 83% confía en el crecimiento de los híbridos frente a sólo un 28% que sigue confiando en los todoterrenos (casi nadie en EE UU). La opinión general es que aumentará la demanda de coches pequeños, sobre todo los de bajo coste como los que deben llegar de China, aunque también la de modelos de lujo. Y se incrementará el mercado de los crossover, turismos con estética de todoterreno pero más eficientes.

Exigencia global

"Los días en los que el sector de los 4 - 4 era uno de los motores clave de la rentabilidad de la industria, especialmente en Norteamérica, parecen llegar a su fin", opina Luis A. Walter, responsable de automoción de KPMG en España. En su opinión, las críticas a su

excesivo consumo han calado y la eficiencia, que sólo parecía preocupar en Europa, es ya una exigencia global.

El cambio hacia un comprador más verde es una mala noticia para la industria norteamericana, que sólo recientemente ha abrazado la causa del ahorro energético, tras la escalada del crudo y después de que algunos Estados, en especial California, aprobaran regulaciones estrictas sobre contaminación. El Gobierno federal debate ahora si endurece las normas CAFE, que regulan lo que pueden emitir en total los coches producidos por un fabricante. Esto podría obligar a ciertas marcas a frenar las ventas de los vehículos más grandes. Una posibilidad que irrita a Bob Lutz, vicepresidente de GM: "Es como pretender combatir la obesidad obligando a los fabricantes de ropa a vender sólo tallas pequeñas", declaró en su blog.

Más del 70% cree que los norteamericanos seguirán perdiendo cuota de mercado y apuestan por los chinos como los que más crecerán. Se espera también avances de indios y otros asiáticos, y estabilidad de los europeos.

Este panorama resulta propicio para la concentración. Tres de cada cinco ejecutivos creen que esta tendencia se acentuará, pero las cifras varían mucho entre continentes. En Asia apuesta por uniones un 81%, y un 58% en EE UU, pero sólo un 32% en Europa occidental.

En todo caso, el 57% ve más probables alianzas que fusiones. Los fabricantes han desarrollado en los últimos años multitud de acuerdos para productos o tecnologías concretas, e incluso comparten algunas fábricas, pero las fusiones se ven más problemáticas. La negociación de un pacto entre GM, Renault y Nissan fracasó en otoño y la última aproximación (entre Ford y Toyota, que reconocen contactos entre sus presidentes el mes pasado) se dirige, según los expertos, a compartir el desarrollo de tecnologías limpias, y no a la integración.

Toyota ha desbancado a Chrysler como tercera marca más vendida en EE UU. A escala mundial ya superó a Ford y pisa los talones a GM. Los productores japoneses se benefician de un producto avanzado tecnológicamente y de un tipo de cambio de sus monedas favorable frente al dólar y el euro. Toyota y Honda son líderes en híbridos, una tecnología de moda aunque provisional, porque están llamados a ser sustituidos en la próxima década por los motores de pila de hidrógeno, que sólo emiten vapor de agua. El pasado verano GM se asoció a DaimlerChrysler y BMW para desarrollar híbridos que deben salir este año.

La necesidad de invertir en tecnología coincide con un mal momento financiero para las compañías. Los tres grandes de Detroit se encuentran en pérdidas y caen los beneficios de los mayores grupos europeos. Y nada menos que un 87% de los directivos anticipan un aumento de las quiebras en el sector.