El Valencia despide a su fichaje más ruinoso

El Valencia confirmó ayer oficialmente el punto y aparte a su negocio más ruinoso de esta temporada y uno de los menos rentables de su historia. El delantero italiano Francesco Tavano, por quien el club pagó 10 millones de euros al Émpoli el pasado verano, se marcha medio año después cedido al Roma con una hoja de servicios casi virgen: ningún gol en 40 minutos en la Liga, 70 en la Copa y 106 en la Liga de Campeones. El Valencia recibirá 580.000 euros en tres plazos -uno ahora, otro en marzo y el tercero en junio- por su cesión hasta final de temporada. El club italiano, a su vez, se reserva una opción de compra por 10 millones de euros, lo mismo que costó, antes del 1 de mayo.

Tavano sólo ha disputado un encuentro completo en el Valencia, el intrascendente último partido de su liguilla de la Champions, con el equipo ya clasificado primero, precisamente en Roma. Y el ariete pasó por el partido como un fantasma. El delantero regresa a su país, donde en las dos últimas temporadas había marcado 38 goles. "En Italia es un jugador muy apreciado", le defiende su valedor, el director deportivo del Valencia, Amedeo Carboni, "y sigue siendo un patrimonio importante nuestro para los próximos años". Todo lo contrario piensa el entrenador, Quique Flores, que ha arrinconado al jugador por miedo escénico, incompetencia táctica y pasotismo en los entrenamientos.

El de Tavano es el enésimo negocio ruinoso del presidente, Juan Soler, en su gestión deportiva desde que llegó al cargo hace dos años. El coste de la plantilla en sueldos ha aumentado en estos dos cursos un 55% por el beneplácito de Soler a pagar grandes fichas a futbolistas que no han cuajado en Mestalla -Fiore, Di Vaio, Kluivert- o que ni siquiera han debutado -Del Horno-. El núcleo duro de la plantilla, mientras, ha exigido el mismo trato económico: Albelda exprime al máximo a la entidad para ampliar su contrato -ha recordado que renunció a cobrar "el triple" en otros equipos- y Ayala mantiene un tira y afloja para renovar y seguir en el club. Otros, como Moretti y Angulo, también piden más dinero en el bolsillo. Lejos de disminuir con las operaciones inmobiliarias de Soler, la deuda ha aumentado en dos años de 120 a 165 millones de euros. Y el dinero total gastado en incorporaciones, 132 millones, es casi cuatro veces superior al ingresado en la caja por la venta de jugadores: 37. Las vitrinas, pese a todo, acumulan polvo desde que llegó Soler.

El Valencia, mientras, prepara su derbi ante el Villarreal el domingo con la duda de Vicente, que ayer no se entrenó de nuevo por una lesión, esta vez una sobrecarga en la pierna derecha. El Valencia sólo ha ganado en una de sus siete visitas ligueras al Madrigal. El Villarreal mantiene también la duda de Riquelme, con molestias en una rodilla y que ha cedido el protagonismo a la nueva estrella, Matías Fernández.