La autopsia confirma que el monóxido de carbono causó la muerte de las dos jóvenes en Castellón
Las autopsias practicadas ayer a los cuerpos de Ana H.B., de 22 años, y Sara D.M., de 21, las dos jóvenes que fallecieron el día de Nochevieja mientras dormían en Cortes de Arenoso (Castellón), han confirmado que ambas murieron por intoxicación oxicarbonada, es decir, por la inhalación de monóxido de carbono. El examen de los forenses realizado en el Instituto de Medicina Legal de Castellón fijó, además, la hora de la muerte de ambas entre las 22 y las 23 horas de la noche del día 31, es decir, algo más de dos horas antes de que sus amigos encontraran los cadáveres en la habitación a la que habían acudido a descansar un rato después de comer.
Las dos muchachas serán enterradas hoy en Badalona y Barcelona, poblaciones en las que vivían con sus padres respectivos, que son originarios del municipio Cortes de Arenoso, donde tienen casa. La jóvenes eran muy conocidas en la población castellonense, donde fueron reina y dama de las fiestas en 2006, respectivamente. Las jóvenes viajaban con frecuencia desde Barcelona a esta localidad, que tiene 420 habitantes.
Hipótesis ratificada
El hecho de que la causa de la muerte haya sido la intoxicación por inhalación de monóxido ratifica la primera hipótesis que barajaba la Guardia Civil y que situaba en la caldera de gasóleo el origen de los gases que acabaron provocando la muerte de las dos jóvenes. Tal como apuntaba la primera línea de investigación, un fallo en la salida de gases de la caldera, que se encontraba en un corral anexo a la vivienda, fue la causante de que la casa se llenara de monóxido de carbono, éste desplazara el oxígeno y las dos muchachas murieran sin enterarse mientras dormían. Así se ha descartado totalmente que el monóxido procediera de una estufa, ya que en la vivienda sólo había uno de estos aparatos y es eléctrico, es decir, funciona con electricidad y no con gas como se dijo en un primer momento. El monóxido de carbono es un gas tóxico e inodoro que provoca somnolencia y, con una exposición prolongada, la conocida como muerte dulce.
Uno de los cuerpos de las víctimas se encontró en la cama, mientras que el otro estaba en el suelo, de lo que se deduce que una de las chicas se debió despertar en algún momento, pero el efecto del gas provocó su total aturdimiento y la consiguiente incapacidad para reaccionar ante el proceso de intoxicación que estaban sufriendo. En el caso de las calderas de gasóleo, el monóxido puede afectar a las personas si existe un mal funcionamiento de los conductos de evacuación de este gas al exterior.
Tras la práctica de las autopsias, los féretros con los cuerpos de las jóvenes fueron trasladados ayer mismo hasta dos tanatorios de Barcelona y Badalona, donde hoy se celebrarán los funerales.
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