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Reportaje:EN EL CAMBIO DE AÑO

Banesto y ACS hacen caja con la inmobiliaria Urbis

La presidenta de Banesto, Ana Patricia Botín, como su padre Emilio, presidente del Santander, niega siempre la mayor en vísperas de la venta de alguna de las joyas de la corona de los grupos empresariales de las entidades que gobiernan. Y así lo hizo este verano, apenas unas semanas antes de que el grupo inmobiliario Reyal lanzase, a finales de julio, una oferta de compra sobre el 100% de su rival Urbis a un precio de 26 euros por acción, lo que elevaba el importe de la operación a 3.317 millones de euros.

Reyal, que se convierte con la adquisición en una de las primeras inmobiliarias españolas, contó inicialmente con el compromiso irrevocable de venta del primer accionista de Urbis, Banesto, con el 50,2%. No tardó mucho en sumarse al compromiso de venta de sus títulos su segundo accionista, ACS, que ha ingresado 822,6 millones de euros y de ellos 506,7 fueron plusvalías antes de impuestos. Un magnífico carburante para las aventuras eléctricas y en otros sectores del grupo de construcción y servicios que preside Florentino Pérez.

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Banesto, por su parte, logró con la operación unos ingresos de 1.667 millones de euros y unas plusvalías de 1.200 millones.

La unión entre Reyal y Urbis pone en manos de Rafael Santamaría un grupo inmobiliario con una facturación superior a los 1.300 millones de euros. Una vez fusionadas las dos compañías, operación que concluirá probablemente en el primer trimestre de 2007, Santamaría tiene intención de ampliar capital y buscar nuevas oportunidades de compra de empresas.

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