Los españoles conquistan la 'Premier'
Los periodistas deportivos ingleses han estado publicando sus listas de los mejores jugadores del año y los que más han sonado han sido Cristiano Ronaldo y Paul Scholes, del Manchester United, Didier Drogba, del Chelsea, y un español, Cesc Fábregas, del Arsenal.
Llamé a un par de periodistas y les pregunté si me ayudarían a hacer una evaluación anual no sólo del joven catalán sino también de los demás españoles que militan en equipos de la Premier League. La conclusión es que, con una desafortunada excepción, los españoles se han integrado con extraordinaria facilidad en el fútbol inglés, han conquistado los corazones de sus aficiones, y se han ganado la admiración de los analistas profesionales. En todos los casos, los equipos en los que juegan acaban el año en la mitad alta de la tabla.
Los españoles se han integrado con facilidad y han conquistado los corazones de la afición
- El más joven y el mejor. Paul Merson, antiguo integrante de la selección inglesa, ha dicho que Fábregas, un jugador de muchísimo temple para sus 19 años, será un día el mejor jugador del mundo. Puede que exagere pero lo que no se discute es que el centrocampista que los aficionados del Arsenal llaman "fab" (de "fabuloso") se ha convertido en el eje y el cerebro de un equipo que despliega el fútbol más fluido, inteligente y atractivo de Inglaterra. "Se está convirtiendo en el jugador más indispensable del Arsenal, más incluso que Thierry Henry", dijo un periodista que además es fanático del equipo londinense.
- El más respetado. Xabi Alonso, el controlador del centro del campo del Liverpool, posee -más que cualquier jugador inglés- la personalidad que más empatía despierta en Inglaterra. Además de ser un completísimo futbolista, logra el imposible reto de dejarse siempre la piel en el campo proyectando una glacial serenidad. Serio y modesto, lúcido en las entrevistas, los aficionados del mítico Anfield lo adoran.
- El más enigmático. Luis García, también del Liverpool, se ganó a la afición para siempre con sus goles decisivos, y algunos espectaculares, rumbo al inesperado triunfo en la Liga de Campeones de 2004-2005. No deja de sorprender con sus golazos, pero es uno de esos jugadores frustrantes (y por eso muchas veces suplente) que tiende a desaparecer durante un partido, o jugarlo a su aire.
- El genio más errático. Pepe Reina es el portero número uno del Liverpool, en parte porque mantiene viva una antigua tradición. No importa que hayan nacido en Zimbabue, Polonia, Inglaterra o España, los porteros del Liverpool de los últimos veinte años siempre han seguido un mismo modelo: hacen las paradas más espectaculares, y las pifias más bochornosas. Cuando jugaba en el Villarreal, Reina parecía el portero más sólido, más imperturbable del mundo, pero el maleficio de Anfield no lo supera nadie.
- El más querido. Nadie se lo hubiera creído hace tres años, pero la conquista española de la ciudad de los Beatles es casi total. El ídolo del otro equipo de Liverpool, el Everton, es el donostiarra Mikel Arteta. Reconocido como la figura de un club que está en la sombra del gran vecino, pero que cuenta con una media de 35.000 espectadores por partido en casa, el centrocampista español, de 24 años, fue elegido en mayo como el mejor jugador del Everton no sólo por los aficionados, sino por sus compañeros de equipo.
- El más frustrado. Albert Luque llegó al Newcastle United del Deportivo la Coruña en agosto de 2005 con la reputación de ser uno de los tres o cuatro delanteros más letales de España. Por eso el Newcastle pagó 14 millones de euros por él. Ha sido una de las peores inversiones del club peor administrado de Inglaterra. Luque tuvo mala suerte con una lesión seria nada más llegar, pero desde que se recuperó hace ocho meses apenas ha sido titular. Es el español que peor se ha adaptado a Inglaterra, o que Inglaterra menos ha sabido aprovechar.
- El más inglés. No por su personalidad, sino por su estilo de juego, es el otro donostiarra de la Premier, que ha vivido una especie de metamorfosis desde que llegó al Bolton Wanderers procedente del Real Madrid en 2002. Iván Campo, que jugaba de central en España, se mueve ahora como centrocampista. Pero lo más curioso es que se ha transformado en el prototipo de jugador del Bolton, que es lo mismo que decir un jugador cien por cien inglés. Más peleón que refinado, entregado a muerte a la causa, Iván Campo define y encarna a un equipo que está haciendo maravillas esta temporada: cuarto en la Liga y con serias posibilidades de clasificarse para la Liga de Campeones.
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