Joan Piqué Vidal: "En la cárcel se aprende y se ven las cosas desde otro punto de vista"
El abogado sale de Brians cuatro días por semana para realizar trabajos sociales con Cáritas
Un sábado más, el abogado Joan Piqué Vidal abandonó ayer la prisión de Brians después de las ocho de la mañana para pasar el día en un centro colaborador de Cáritas en aplicación del régimen flexible que le aprobó el Departamento de Justicia para cumplir una condena de siete años de cárcel por el caso Estevill. "Aquí se aprenden cosas muy positivas y lo que explicábamos en la Universidad se ve desde otro punto de vista", comentó el letrado a EL PAÍS durante el trayecto que separa la entrada de la cárcel del aparcamiento destinado a las visitas.
Sin perder nunca la sonrisa y con las buenas artes aparentes que siempre le han caracterizado Piqué Vidal subió a bordo de su vehículo, un Audi A-6 familiar. Su indumentaria sport de anorak con doble jersey de lana nada tenía que ver con el riguroso traje y abrigo que lucía por estas fechas por los edificios judiciales.
"Las cosas se han de llevar con resignación. Hay que aprender de todo en la vida", comentó el abogado. Después añadió que "los valores son los mismos", en la cárcel y en la Universidad. Rememoraba así las décadas en las que compaginó la abogacía con las clases de Derecho Penal en la Universidad de Barcelona, en las que explicaba con profusión la aplicación de la ley en los delincuentes.
"Aquí hay problemas de todo tipo en la gente y cada uno intenta resolverlos como puede. Yo creo que lo fundamental dentro de la cárcel es que la gente se comporte con educación, igual que se ha de comportar fuera", añadió.
Albert Batlle, secretario de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, explicó que Piqué Vidal acudió ayer, como todos los sábados, a uno de los tres centros colaboradores de Cáritas en los que realiza trabajos sociales. Visiblemente molesto porque EL PAÍS había fotografiado al abogado a las puertas de la cárcel, Batlle recordó con insistencia que el régimen flexible para el cumplimiento de la pena del abogado fue acordado por la junta de tratamiento de la cárcel y que la Administración penitenciaria que él dirige no hizo más que ratificarlo.
La solución acordada tiene amparo en el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, que permite aplicar a un preso los beneficios de otros grados. Y eso es lo que ha sucedido con Piqué Vidal, clasificado en segundo grado, pero al que se permite disfrutar de alguno de los beneficios de los presos en tercer grado o régimen abierto, como pasar el día fuera de la cárcel y regresar sólo a dormir.
El mismo Piqué Vidal explicó que abandona Brians cuatro días por semana para acudir a dos centros distintos de Cáritas situados fuera de Barcelona. En uno trabaja con enfermos y en otros con personas inmersas en procesos de reinserción social, detalló. Cuando se le concedió ese régimen flexible el Departamento de Justicia explicó que Piqué Vidal saldría de prisión de lunes a viernes. Ayer era sábado y al ser preguntado por este aspecto Albert Batlle declaró que desconocía los detalles del programa que se le aplicaba a Piqué Vidal.
Clasificación discutida
Diversas fuentes han explicado que la clasificación de Piqué Vidal generó discusiones, pues algunos integrantes de la junta de tratamiento de Brians y cargos de la Secretaría de Prisiones de la Generalitat eran partidarios de la aplicación directa del régimen abierto.
La propuesta de la junta de tratamiento podría haber sido revocada por la Generalitat y, a su vez, la decisión final está sometida a la aprobación del juez de vigilancia penitenciaria. Del mismo modo, contra esa decisión judicial puede recurrirse ante la Audiencia de Barcelona. Todo eso ocurrirá dentro de unos días. Será cuando pase la Navidad.
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