Montilla se compromete a dedicar 2007 a la mejora de la calidad de vida
El presidente pronuncia su primer mensaje de fin de año desde el hospital de Mataró
El primer mensaje de fin de año del nuevo presidente de la Generalitat, José Montilla, estuvo dedicado a expresar su compromiso de "trabajar con rigor y seriedad para mejorar, durante 2007, la calidad de vida de todos los catalanes". Muy en su estilo de discreción y austeridad, y en consonancia con el contenido de la alocución, Montilla escogió un marco inédito para dirigir su mensaje con los deseos para el próximo año: el hospital de Mataró, que previamente había visitado. Sus antecesores en la presidencia los habían emitido siempre desde el Palau de la Generalitat.
El presidente explicó que no es por casualidad que las dos primeras leyes que el nuevo Gobierno catalán ha llevado al Parlament hayan sido la de servicios sociales y la de la vivienda. "Hemos querido simbolizar así la voluntad y el afán de justicia social que pretende presidir nuestra actuación", señaló.
La mejora de la calidad de vida es la "responsabilidad principal" de su Gobierno, dijo Montilla, y su compromiso como presidente "con todos y cada uno de los ciudadanos".
Para lograrlo solicitó confianza en el dinamismo de la economía y en el refuerzo de modelo de Estado de bienestar. En la economía, "para mejorar la competitividad y conjugar el progreso económico, la vertebración territorial y el desarrollo sostenible". En el modelo social, para "mejorar la sanidad, la educación y los servicios a las familias".
También pidió confianza para el desarrollo del nuevo Estatuto de Autonomía, del que recordó que, junto con las elecciones autonómicas, ha sido uno de los dos acontecimientos políticos importantes del año que se acaba. Del Estatuto dijo sólo: "Mejora nuestro autogobierno y refuerza nuestra identidad".
El Estatuto, su reforma, así como la de la Constititución, habían sido asuntos centrales en los mensajes de fin de año dirigidos a los ciudadanos de Cataluña por el anterior presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, en los dos últimos años. El contraste con el mensaje de este año es uno más de los elementos que marcan el cambio de estilo y de prioridades en el Gobierno catalán, a pesar de estar formado por los mismos partidos que en la legislatura anterior. El de ayer versó sobre las cuestiones que afectan directamente la vida cotidiana de los ciudadanos. No contenía anuncios, pero señaló que son la preocupación principal del Ejecutivo.
Recuerdo a los trabajadores
Además de señalar que en estas fechas su compromiso iba dirigido a quienes sienten de forma particularmente intensa "el dolor de la soledad", el presidente tuvo un recuerdo concreto para quienes sufren el "drama de la violencia" y padecen los problemas para llevar a cabo "una vida segura" como todo ciudadano merece.
Junto al acento social, Montilla expresó el compromiso del Gobierno "con la gente emprendedora y con iniciativa; la gente que arriesga; la gente que se compromete y trabaja para sacar adelante su empresa y su proyecto colectivo".
Aunque por la mañana Montilla compareció junto con el consejero de Interior, Joan Saura, para condenar el atentado de ETA en el aeropuerto de Barajas, el presidente dedicó una frase de su mensaje de fin de año a la construcción de la paz, tanto en España como en el plano internacional.
"Hemos de confiar también en las expectativas de paz en el País Vasco que se han abierto en 2006 a pesar del atentado terrorista de esta mañana. La violencia no lleva a ninguna parte. La paz es el único camino que nos une y que reclama nuestra sociedad de forma irreversible".
La confianza es necesaria para "construir una Europa más fuerte y un orden internacional más justo, pacífico y solidario".
El presidente finalizó dedicando un "reconocimiento especial" a todas las personas que hacen posible que la mayoría de ciudadanos puedan disfrutar de las fiestas de Navidad, Año Nuevo y Reyes. Citó a los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad en ciudades, pueblos y carreteras; a los trabajadores de los servicios de transporte público, limpieza y restauración, y de los servicios de urgencias de los hospitales y centros de salud.
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