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El Banco de España autoriza el acuerdo de las seis cajas para unificar negocios en un banco

El organismo supervisor refrenda el cambio accionarial del BEF en una entidad conjunta

Alejandro Bolaños

Tras casi un año de deliberaciones, el Banco de España ha autorizado la ampliación de capital y cambio de accionariado en el Banco Europeo de Finanzas (BEF), la entidad controlada por Unicaja que quieren utilizar las seis cajas andaluzas para operar con un banco participado por todas ellas. Así lo comunicó ayer la entidad malagueña, que recordó en una nota que el único requisito pendiente es la aprobación de los cambios en los estatutos del BEF por el Ministerio de Economía. La previsión de las cajas es que el banco comience a funcionar a principios de 2007 con un capital social de 120 millones y seis oficinas.

El proyecto nació como respuesta al interés de las cajas andaluzas en abordar algunas líneas de negocio de forma conjunta, una vez que constataron que la fusión en una gran caja andaluza, la idea que postula la Junta desde 1999, no avanzaba. Las negociaciones entre los presidentes de las seis cajas para encontrar un instrumento financiero con el que gestionar operaciones comunes cristalizaron a principios de 2005 con la decisión de utilizar la ficha bancaria del BEF, una pequeña entidad con una veintena de trabajadores.

El acuerdo de las seis cajas andaluzas llevó en febrero a una ampliación del capital social del BEF, que se elevó hasta los 90 millones de euros, y a un reparto accionarial parejo al peso de cada entidad: 33% para Unicaja, 16,5% para Cajasur, El Monte, San Fernando y CajaGranada, y un 1% para Caja de Jaén. Fuentes de las cajas aseguraron ayer que el capital aumentará hasta los 120 millones de euros en cuanto el banco comience su nueva actividad.

Tras conocer la operación, la Junta aplaudió la iniciativa y resaltó el efecto que tendría en algunos sectores estratégicos para la economía andaluza la gestión común de las participaciones empresariales de las seis cajas. Fuentes de las entidades financieras recalcaron ayer que la coordinación de algunas participaciones empresariales será sólo una de las funciones del banco, y que en el arranque de la nueva actividad no será la más importante.

Entre la panoplia de actividades que afrontará el banco participado por las seis cajas, se incluyen la prestación de servicios financieros a grandes clientes (instituciones y empresas andaluzas), actuaciones conjuntas en los mercados internacionales de capitales (la mayor dimensión permitirá mejores condiciones a las cajas andaluzas), la financiación de grandes obras de infraestructura, o el apoyo a compañías andaluzas que quieran hacer negocio en el exterior.

Además, el banco coordinará la oferta conjunta de las cajas andaluzas -suman más de 2.000 oficinas en la comunidad, su principal atractivo- para gestionar pagos e ingresos de la Junta, que funciona con el presupuesto autonómico más importante de España. Y también será el foro donde se analizará la posibilidad de contrataciones comunes de servicios que utilicen todas las entidades. Fuentes de las cajas indicaron que la unificación de los sistemas informáticos, una de las opciones en estudio, reduciría los costes informáticos entre un 20% y un 25%.

El proyecto suscitó el malestar de algunos directivos bancarios, que critican de forma abierta que las cajas de ahorros participen en bancos (las cajas pueden comprar bancos, pero los bancos no pueden comprar cajas debido a la composición social de sus órganos de gobierno). Y llevó a manifestarse con cautela al ministro de Economía, Pedro Solbes, y al anterior presidente del Banco de España, Jaime Caruana, que reclamaron límites a su tamaño y su actividad. Para ajustarse a los requisitos de las autoridades económicas y ahuyentar recelos, los nuevos estatutos del BEF reflejan el cambio de objeto social. Si antes la pequeña entidad se dedicaba a prestar servicios de banca comercial minorista a empresas y particulares, ahora será un banco de inversiones y grandes operaciones financieras. Es decir, no operará en el negocio tradicional de las cajas: la gestión de depósitos y créditos de particulares y empresas.

Además, los límites requeridos por las autoridades económicas también se reflejarán en el despliegue de su red comercial. En una primera fase, el banco contará con seis sucursales: la que tiene abierta en Madrid, la nueva sede en Málaga (en un edificio del Parque Tecnológico de Andalucía) y otras cuatro oficinas cuya ubicación aún no se ha concretado. Fuentes de las cajas recalcaron que no hay límite alguno a futuras ampliaciones de capital.

Presidencia rotatoria

Algunas cuestiones, como el nuevo nombre con el que se bautizará al banco o la designación de un director general quedarán para el primer Consejo de Administración del banco con la nueva composición accionarial. Fuentes de las cajas indicaron que el nombre -hay varias denominaciones que incluyen la palabra Andalucía ya registradas para este fin- aún no está decidido y que es posible incluso que la entidad empiece su nueva actividad como Banco Europeo de Finanzas hasta lograr un acuerdo. Las cajas cuentan con tener el permiso definitivo del Ministerio de Economía en enero.

El Consejo de Administración estará formado por el presidente y el director general de cada caja, excepto en el caso de Unicaja (cuatro miembros) y Caja de Jaén (sólo uno) para reflejar su distinto peso accionarial. Cuando se culmine la fusión de El Monte y San Fernando en Cajasol, la nueva entidad igualará a Unicaja en representación.

La presidencia del banco será rotatoria, de modo que la desempeñe cada año uno de los máximos responsables de las seis cajas. El presidente en el primer año será Braulio Medel (Unicaja), mientras que la vicepresidencia corresponderá a Santiago Gómez (Cajasur). Las cajas prevén que el banco acumulará activos por un valor de 1.120 millones de euros en los tres primeros años de su nueva actividad y tendrá unos dos millones de beneficios.

Fachada de la oficina del Banco Europeo de Finanzas en Madrid, en una imagen de archivo.
Fachada de la oficina del Banco Europeo de Finanzas en Madrid, en una imagen de archivo.CRISTÓBAL MANUEL

El laberinto de las participaciones

La cartera de participaciones empresariales de las cajas andaluzas suma un valor que ronda los 3.500 millones de euros. En los últimos diez años, las entidades andaluzas han multiplicado la adquisición de participaciones de empresas, cotizadas o no, en una línea muy similar a la de otras cajas españolas, que han reemplazado a la banca como accionistas de referencias de grandes compañías. Una actividad encabezada por La Caixa, que valora su cartera empresarial en más de 20.000 millones de euros.

En Andalucía, el protagonismo es de forma destacada de Unicaja, con una cartera empresarial valorada en más de 2.200 millones de euros, que ha engordado este año al ampliar su participación en Iberdrola o Sacyr. San Fernando y El Monte suman una cartera conjunta de 650 millones de euros, mientras que Cajasur roza los 300 millones.

La posibilidad de que las cajas andaluzas vuelquen en el nuevo banco algunas de sus participaciones es muy compleja, ya que hay pocas experiencias de inversión conjunta: la más destacada es la participación global de Unicaja, El Monte, CajaGranada y Cajasur en SOS Cuétara (una cuarta parte del capital), la principal empresa agroalimentaria española. O la participación a través de Carisa, una sociedad instrumental, de Unicaja, San Fernando y El Monte en Amper, Europac y Campofrío.

Además, algunas de las últimas experiencias comunes, como la de Unicaja y CajaGranada para hacerse con Aquagest, rivalizan con otras compañías impulsadas por otras cajas (en este caso, Agua y Gestión, de El Monte).

Fuentes de las cajas andaluzas indicaron que la filosofía será que el banco coordinará las puesta en común de participaciones empresariales, pero que no será obligatorio la entrada de todas las cajas. Y también recalcaron que será más facil que el banco se utilice para adquirir nuevas participaciones que para gestionar las ya realizadas, ya que dar entrada a todas las cajas obligaría a desembolsos muy cuantiosos.

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