Indignación en el Vallès por las deficiencias del servicio de Correos
El Congreso insta al Gobierno a que actúe para normalizar el caos postal en la zona
Protestar por el deficiente servicio de Correos se ha convertido en algo corriente para algunos alcaldes de la provincia de Barcelona. Muchos de ellos han enviado un alud de cartas a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y han mantenido reuniones con los responsables del servicio postal en Cataluña. El problema ha llegado al Congreso de los Diputados, donde esta semana ha sido aprobada una proposición no de ley del PSOE que insta al Gobierno a tomar "cuanto antes el conjunto de medidas necesarias para que el servicio de correos de la zona del Vallès, se normalice definitivamente".
En el texto, aprobado por unanimidad, los socialistas admiten que "desde hace bastante años, existe en algunas ciudades de Cataluña, y en especial las que se encuentran en la comarca del Vallès, un gran descontento por la calidad del servicio de Correos ofrecido por el Ministerio de Fomento".
El Vallès ha crecido, y mucho, en los últimos años, y los servicios de Correos no han ido a la zaga. Los alcaldes ya no saben a qué puerta llamar. En el pleno del mes de noviembre, todos los grupos municipales del Ayuntamiento de Sant Cugat votaron a favor de enviar una carta al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El consistorio de Viladecavalls aprobó en octubre una moción en la que se planteaba denunciar judicialmente al servicio de Correos.
La comarca del Vallès no es la única que sufre retrasos con las cartas. El alcalde de Vilanova i la Geltrú, el socialista Joan Ignasi Elena, no alberga muchas esperanzas de que el problema, que "se arrastra desde hace años" se solucione.
Millón y medio de cartas
El secretario del sector postal en Cataluña de UGT, José Feijoo, explica que en Sant Vicenç dels Horts se acumulan 20.000 cartas; en L'Ametlla del Vallès, 9.000; en Vilanova, 30.000, y en Cornellà, 25.000. En toda la provincia, asegura, la cifra puede llegar a 1,5 millones.
El sindicato ha denunciado la situación ante la fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y acusó a Correos de incumplir el artículo 17 de la ley postal, que obliga a realizar "una entrega en la dirección postal de cada persona física o jurídica todos los días laborables y, como mínimo, cinco días a la semana". Las cartas llegan "tarde", a veces, se quejan los alcaldes, "una vez a la semana y de golpe, atadas con una goma".
"Problemas concretos"
Correos, sin embargo, niega que exista la acumulación que denuncian los alcaldes y los sindicatos, aunque admite "problemas concretos que ocurren cada año en determinadas épocas". Un portavoz puntualiza que se "revisan constantemente las plantillas", que se está invirtiendo en nuevos locales y que con vistas a esta Navidad se ha contratado a 450 personas y se ha previsto hacer 13.000 horas extras.
Sant Cugat es una de las ciudades más perjudicadas. Hace pocas semanas fracasó el I Open Dominó porque 300 invitaciones no llegaron a tiempo, y en verano la acumulación llegó a los 300.000 objetos postales.
En Viladecavalls, las cartas también llegan tarde. El alcalde, el convergente Sebastià Homs, asegura que él mismo ha sido víctima del mal funcionamiento de Correos. "He recibido invitaciones cuando el acto hacía tiempo que ya se había realizado. Al final siempre digo que me avisen por teléfono".
"Es un problema que hace mucho tiempo que arrastramos", añade el alcalde; "hemos aprobado hasta tres mociones reclamando una mejora del servicio, el edificio es inadecuado y obsoleto, y en algunas urbanizaciones las cartas llegan una vez a la semana o incluso una vez cada 15 días". Homs recuerda que, en una ocasión, "la responsable de la oficina de Correos estuvo de baja y durante dos días el local estuvo cerrado". Correos asegura que está buscando un nuevo local para Viladecavalls y que en este municipio hay seis personas fijas y dos de refuerzo para una población de 7.000 personas.
El alcalde de Vilanova, el socialista Joan Ignasi Elena, no tiene demasiadas esperanzas de que el servicio mejore en un futuro próximo: "La ciudad está muy molesta y lo cierto es que no veo que esté en vías de resolverse". Además, "desde hace algún tiempo hay la práctica habitual de no llamar a la puerta cuando se tiene que entregar un certificado, y no queda otra opción que ir a la oficina (sólo hay una para una población de 65.000 personas), y hacer cola".
Los carteros, a juzgar por una encuesta de UGT, tampoco están muy contentos. El responsable de correos del sindicato sostiene: "El 88% de los carteros que entrevistamos en toda España, si pudiese, se cambiaría a otro ministerio". Feijoo explica que es lo que hicieron el pasado octubre "la jefa de personal y la jefa de servicios jurídicos; las dos se fueron a Tráfico". No es el único sindicato que se queja.
La CGT se ha reunido con el síndic de greuges, Rafael Ribó, para entregarle las denuncias presentadas en los últimos meses ante Fomento por los problemas en las oficinas de correos de Terrassa, Arenys de Munt, Piera, Sant Cugat, L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona y Tordera.
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