A la búsqueda de la estabilidad
Los miembros del patronato del Institut Ramon Llull estaban algo mareados por los devaneos que ha sufrido la institución en los últimos tiempos. Desde la constitución del patronato, realizada a principios del verano pasado, sólo han sido convocados a reunirse en dos ocasiones. Ambas citas se centraron en ratificar el nombramiento de un nuevo director general: primero, el del periodista y filólogo Emilio Manzano, y después el de su sustituto, Josep Bargalló.
En la sesión de ayer -celebrada en el palacio de la Generalitat-, los patronos exigieron a Bargalló "estabilidad", una calma que el instituto no ha tenido por su excesiva dependencia de la política y los repartos de poder en el Gobierno catalán. Así, el editor Xavier Folch abandonó la dirección del Llull el pasado mes de febrero al considerar que el instituto tenía poca autonomía, además de lamentar las intromisiones políticas de la entonces consejera de Cultura, Caterina Mieras. El nerviosismo creció por la proximidad con la feria de Francfort de 2007, año en el que la cultura catalana acude allí como invitada de honor.
El patronato del Ramon Llull -que ratificó por unanimidad el nombramiento de Bargalló en una reunión presidida por Josep Lluís Carod- Rovira, vicepresidente del Gobierno catalán-, hizo más peticiones al nuevo director general. Los patronos se sentían hasta ahora "invitados de piedra", según fuentes del organismo. Por eso, plantearon la necesidad de que se escuchen sus aportaciones y que éstas se puedan realizar con mayor frecuencia.
Bargalló, que se sumó a la cita tras hacerse oficial su cargo, cogió el guante y les aseguró que en adelante las reuniones serán más habituales. Por último, los patronos también pidieron que el instituto se coordinase con el futuro Consejo de las Artes y que la prioridad no fuera sólo la lengua, sino que se prestara la misma atención a todas las disciplinas artísticas. Carod-Rovira fue el encargado de presidir la sesión porque José Montilla, presidente de la Generalitat, ha delegado en él la responsabilidad del Llull.
A la reunión asistieron, junto con los ya mencionados, el consejero de Cultura, Joan Manuel Tresserras; el secretario de Política Lingüística, Miquel Pueyo; el presidente del Institut d'Estudis Catalans, Salvador Giner, y los miembros del patronato, entre los que se encuentran Josep Maria Busquets, Glòria Picazo, Frederic Amat, Dolors Oller, Antonio Riera, Juli Capella y Josep Maria Castellet.
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