Precios controlados

El PIB de Irlanda superará este año el 5%, el doble de la media europea y el más alto desde 2002, gracias al tirón del consumo y un crecimiento basado en la construcción. No obstante, durante este curso se han disparado las alarmas inflacionistas debido al elevado precio de los combustibles y el alza de los salarios. Mientras, el Gobierno anuncia un recorte de impuestos.

Las inversiones y la restricción del déficit fiscal han permitido reducir la deuda pública desde el 65% del PIB en 2007 al 27,5% en 2005

Las previsiones oficiales fijan en más de un 5% el crecimiento del PIB irlandés en 2006 y en el 5,6% el crecimiento para el próximo año

Irlanda sigue siendo una de las economías más dinámicas de la Unión Europea. El Tigre Celta ha consolidado tasas de crecimiento que regularmente superan la media europea durante la última década, convirtiendo al país en una de las plazas más atractivas para el inversor extranjero. Sólo este año, el PIB se elevará más del 5% según las previsiones oficiales, mientras que para 2007 se espera llegar al 5,6%, gracias al fuerte tirón de la demanda interna.

El crecimiento de este año sería el más elevado desde 2002, cuando se superó el 6% de alza anual del PIB, gracias al consumo de los hogares y un dinámico sector de la construcción. Las cifras oficiales señalan que el consumo personal creció un 6,5% durante el primer trimestre y las previsiones de la OCDE cifran el consumo privado en un 6,3% para el cierre del año y en un 6,8% para el próximo curso. Mientras, la inversión inmobiliaria crecería un 6,5%, muy por sobre el 4,2% que crecería la inversión fija de capital este mismo año.

Presiones alcistas

La positiva evolución de la demanda interna, sumada al aumento del empleo y de los salarios, ha comenzado a presionar al alza los indicadores de inflación. Esto, sumado a la volatilidad de los precios de los combustibles y a la falta de competencia local, ha impulsado los precios de los servicios. En agosto, el IPC alcanzó una variación acumulada del 3,2%, la mayor desde noviembre de 2003. Las estimaciones indican que el indicador debería cerrar por encima del 3% durante este año.

Del mismo modo, el fuerte tirón de la construcción, uno de los pilares de la economía irlandesa, ha producido un fenómeno similar al español, donde el alza de los precios de los pisos parecen no tener freno. Sin ir más lejos, el valor de la vivienda ha crecido desde mediados de 2005 un 15,4% y no se ven síntomas de que pueda ralentizarse durante el próximo año. Todo este panorama ha generado que, en 2007, el IPC pueda subir hasta un 3,3%, según estimaciones de analistas privados.

Frente a esta situación, los economistas señalan que es necesario retocar el modelo de crecimiento irlandés, muy dinámico y potente, pero que a medio plazo puede ser insostenible por la demanda interna y por la inversión. El objetivo es revitalizar el sector exportador que creció a tasas del 3% durante el primer semestre y que se elevaría un 5% este año. También se debería impulsar la innovación tecnológica y la competitividad.

Menos impuestos

No obstante, en medio de estos temores inflacionistas, el Gobierno ha anunciado su plan preelectoral en el que se incluye la reducción en la tasa máxima impositiva desde el 42% actual hasta el 41% el próximo año y hasta el 40% si el Gobierno es reelegido. El plan -que podría incluir un aumento del gasto público superior al 11%- también implica modificar los intereses de las hipotecas para nuevos compradores y elevar las pensiones en algunos sectores.

Esta flexibilidad en el gasto público se sustenta en unas ordenadas cuentas fiscales que mantienen a Irlanda con la segunda deuda pública más baja de la eurozona. Gracias a su elevado nivel de inversiones y un restringido gasto fiscal, el país ha logrado reducir su deuda pública desde el 65% del PIB, en 1997, hasta el 27,5% en 2005. Para este año, debería lograr un superávit fiscal del 1% y de un 1,2% el próximo curso, reduciendo la deuda más del 25%.