El señor Chip

¿Quién es? Velocidad y memoria son dos palabras clave para Mateo Valero (Alfamén, Zaragoza, 1952). Lo suyo no es una carrera de fómula 1, sino un asunto algo más desconocido para el público aunque igualmente trepidante, a juzgar por el ritmo al que avanza su campo de investigación desde que Valero se licenció en 1974 como ingeniero de Telecomunicaciones en la Universidad Politécnica de Madrid. Su proyecto llevaba por título Diseño de un controlador de cassette analógico para microprocesadores.

Hoy dirige el Centro de Supercomputación de Barcelona, donde se encuentra el Marenostrum, uno de los superordenadores más potentes del mundo, capaz de realizar cuarenta billones de operaciones por segundo. Además, Mateo Valero enseña en la Universidad Politécnica de Barcelona. Allí se trasladó en 1974 y ha sido en esta ciudad donde ha desarrollado un currículo que abarca más de sesenta páginas. Fue el promotor y primer director del Centro Europeo de Paralelismo de Barcelona hasta 1995 y desde entonces hasta 2000 dirigió el Centro de Computación y Comunicaciones de Catalunya. Mateo Valero ha escrito cerca de cuatrocientos artículos y pronunciado más de trescientas conferencias sobre su tema: la arquitectura de los computadores de altas prestaciones. Un área de conocimiento que pretende sacar el mayor rendimiento a los avances tecnológicos que ha traído consigo el chip. Sus temas de docencia e investigación tratan cuestiones como la optimización de la jerarquía de la memoria, algorritmos numéricos y técnicas de compilación. Capacidad de almacenamiento y rapidez en las operaciones, temas fundamentales para cualquier ciudadano que use un ordenador, conduzca un coche o se monte a un avión.

Sus valiosas aportaciones al campo de los ordenadores vectoriales, que han servido de base para el porcesador SX1, actualmente el más rápido del mundo, han sido reconocidas este año con el Premio Nacional de Investigación Leonardo Torres Quevedo en ingeniería. Un galardón que viene a sumarse a una larga lista de distinciones como el Premio Rey Jaime I o el premio Nacional Julio Rey Pastor.

¿Qué regala? No es muy dado a regalar libros y sus lecturas están bastante centradas en su campo de investigación. A pesar de todo, también queda sitio para novelas como La catedral de mar, de Ildefonso Falcones de Sierra (Grijalbo).