Desalojados por orden judicial los 'okupas' de unas naves en Barcelona

Los Mossos d'Esquadra desalojaron ayer por la tarde, con una orden judicial, el antiguo recinto fabril de Can Ricart, en el barrio de Poblenou de Barcelona, después de 11 días de okupación. La intervención policial culminó sin que se produjeran incidentes. Los 39 jóvenes que se encontraban en el interior de las naves fueron requeridos para que se identificaran. Como ocho de ellos carecían de documentación, fueron conducidos a una comisaría de la Guardia Urbana situada a escasos metros de Can Ricart. Ninguno de ellos fue detenido.

Los jóvenes -artistas callejeros y vinculados al movimiento okupa- fueron abandonando el recinto con sus enseres personales y vigilados por un fuerte despliegue policial. "Estamos negociando para que nos permitan sacar el material de circo que habíamos traído para ensayar", explicó desde el interior de Can Ricart una de las portavoces del colectivo.

La intervención policial se produjo en cumplimiento de una orden dictada por el Juzgado de Instrucción número 27 de Barcelona, el mismo que el pasado día 3 había rechazado esa medida. El juez argumenta ahora, en su nueva resolución, que lo que ha variado en estos días es que el marqués de Santa Isabel, Federico Ricart, ha podido acreditar que es el propietario del recinto ocupado.

El juez tomó declaración a los dos vigilantes que custodiaban Can Ricart el día de la okupación y concluyó que la actuación de los jóvenes no fue "pacífica y sigilosa", sino violenta, por lo que considera que se cometió un presunto delito de usurpación.

"No hemos podido presentarnos en la causa y por eso no hemos podido aportar pruebas en nuestra defensa", denunció ayer una de las abogadas de los okupas, Laia Serra, que tildó la orden judicial de "impertinente e improcedente".