"Los que luchamos en la calle por nuestros derechos no ascenderemos"

Joan Miquel Perpinyá (Valencia, 1974) es, desde septiembre, secretario general de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC). Esta agrupación, que aglutina a 25.000 guardias (de los 75.000 agentes en activo) defiende los derechos de un cuerpo militar con más de 150 años de trayectoria. El martes, 200 guardias se plantaron en la oficina del Defensor del Pueblo vestidos de uniforme para pedir la mejora de sus condiciones laborales y profesionales, y "para exigir al PSOE que cumpla sus promesas electorales". Promesas como el abandono del carácter militar del instituto armado (y que sólo dependa del Ministerio del Interior) y que les reconozcan su derecho de asociación.

Pregunta. La AUGC vuelve a salir a la calle, y esta vez de verde y con tricornio.

"Con el sistema actual el 90% de la plantilla de la Guardia Civil pierde dinero"

Respuesta. El hecho de salir ya de uniforme es pura desesperación. No nos ha quedado otro remedio. Llevamos tres años esperando un cambio y el Gobierno no hace nada. Lo único que pedimos es que cumplan sus compromisos electorales. Dicen que van a cambiar la ley disciplinaria, pero no hablamos sólo de eso, sino de los derechos fundamentales de la libertad de expresión, de asociación...

P. ¿Qué puede pasarles a los 200 guardias civiles que acudieron a la oficina del Defensor del Pueblo?

R. Lo que hicimos ayer [por el martes] es completamente legal y la gente que fue ha arruinado su carrera profesional. Esos guardias no ascenderán ni promocionarán nunca. Hoy [por ayer], hace justo un año hicimos una reivindicación y ya hay guardias expedientados.

P. Resuma sus demandas.

R. En primer lugar, debe haber un nuevo régimen disciplinario que elimine los arrestos y donde no se aplique el Código Penal Militar. En segundo, la regulación del derecho de asociación profesional, algo que ya tiene la policía nacional, por ejemplo. Una tercera, sería la homologación retributiva con el resto de cuerpos de seguridad del Estado. Antes se pagaban nocturnos y festivos, ahora se paga productividad y te la pueden quitar a propuesta del jefe de unidad o por estar de baja más de seis días. Con ese sistema el 90% de la plantilla pierde dinero. Y por último una normativa eficaz de prevención de riesgos laborales.

P. ¿Está hablando de desmilitarizarse?

R. No. De lo que estamos hablando es de que se nos reconozcan nuestros derechos constitucionales. De que no se suicide o intente suicidar un guardia civil cada 10 días. Pertenecer a un cuerpo militar no es la excusa para estar peor pagado y peor tratado.

P. ¿Cuentan con el apoyo del director general, Joan Mesquida?

R. Con él hay muy buena relación. El problema es que ya no nos bastan las palabras. Muestra predisposición al diálogo, que es más de lo que había antes. pero no es suficiente. Ahora Mesquida, es director de la Policía y de la Guardia Civil. ¿Por qué a ellos les trata de una manera y a nosotros, los guardias civiles, de otra?

P. Mesquida asegura que el Gobierno cumplirá su compromiso.

R. Con el PSOE ya se nos ha agotado la paciencia. Dicen que la ley de régimen disciplinario verá la luz muy pronto y esa afirmación es muy importante, pero es insuficiente. El Gobierno nos dice que es algo inminente, pero no hemos visto ni siquiera un borrador. Con el PP ya sabíamos lo que teníamos pero es que ellos nunca nos han prometido nada.

P. ¿Tienen algún plan para reivindicar esas demandas incumplidas?

R. Desde ahora mismo y hasta que el Gobierno del PSOE cumpla con sus compromisos, AUGC no parará. Y después del acto multitudinario previsto en enero, habrá muchos más aunque no puedo precisar de qué tipo. Al final tendremos que salir todos a la calle vestidos de uniforme a manifestarnos. Es la única opción que nos han dejado.