La investigación por la venta de acciones de EADS se extiende a 800 personas

La Autoridad de los Mercados Financieros (AMF) de Francia investiga a más de 800 personas por el uso de información privilegiada en la venta de acciones del consorcio aeronáutico y de defensa europeo EADS, cuyos títulos cayeron más del 26% en una sola jornada, el pasado 14 de junio, cuando se hizo público el retraso en las entregas del avión gigante A380 que fabrica su filial Airbus. Según publicaba ayer Le Monde, antes de esa fecha estas personas "efectuaron ventas que suscitan interrogantes", si bien el rotativo considera que al final el número de imputados debería situarse en torno a "unas decenas". La AMF no quiso hacer ayer comentarios sobre la noticia, y tampoco EADS.

A raíz de la crisis que sacudió al consorcio tras los retrasos del A380, salió a la luz que durante el pasado mes de marzo algunos ejecutivos vendieron un importante número de opciones sobre acciones del grupo que les correspondían como altos ejecutivos de EADS a un precio que estaba entonces en su nivel más alto.

Entre ellos se encuentran el entonces presidente ejecutivo de Airbus, Noel Forgeard, y sus hijos; François Auque, jefe de EADS Space; Fabrice Brégier, entonces presidente de Eurocopter y ahora número dos de Airbus, y Jean-Paul Gut, director general delegado de EADS.

Poco después, en abril, los dos principales accionistas privados de EADS, el alemán DaimlerChrysler y el francés Lagardère, anunciaron la venta de una parte importante de su paquete: un 7,5% del capital cada uno. En aquel momento, no había trascendido ni un solo rumor sobre los importantes retrasos que padecía el programa de entrega de los A380 y las consecuencias financieras que esto tendría sobre el consorcio europeo.

"Sobrecargados" de papeles

Tras el desplome de los títulos de EADS en junio, la AMF abrió una investigación y poco después sus agentes realizaron un intensivo registro en las instalaciones centrales de Airbus en Toulouse y regresaron a París "sobrecargados" de material como correos electrónicos, documentos contables y notas internas que afectarían, de una manera u otra a 800 personas, tanto de la sede de Toulouse, como de la de Hamburgo y de otros centros de producción o administrativos del consorcio.

Arnaud Lagardère, que dirige el grupo del mismo nombre creado por su padre -un pionero de la aeronáutica francesa- controlaba todavía entonces un 15% de EADS, pero ha enfocado las actividades del grupo hacia los medios de comunicación, y éste fue su argumento para justificar la venta.

Sus abogados, sin embargo, han intentado sin éxito que se anulara el registro realizado por los investigadores de la AMF en la sede parisina de la empresa, con el argumento de que las piezas incautadas excedían el marco de la investigación.

La AMF está investigando el montaje financiero de la venta del paquete del 7,5% de Lagardère, que habría sido repartido entre varios bancos, a través de un sistema que le aseguraba contra cualquier variación en la cotización, lo que, según algunos juristas citados por el diario, "podría constituir un delito".

La investigación de la AMF ha detectado ventas de títulos desde el otoño de 2005, pero no parece que pueda probar todavía que se hicieran gracias a información privilegiada.

El diario parisiense apunta que no fue hasta entre febrero y marzo de este año cuando se pudo empezar a conocer la importancia de los problemas que iban a provocar los retrasos en el programa del A380, y sitúa en esta línea el límite en el que se podrían haber cometido delitos "de uso de información privilegiada".

Todos los directivos de EADS involucrados en el caso aseguran que realizaron las ventas legalmente, sólo después de comunicarlo y obtener el permiso de la dirección financiera. Sin embargo, el caso toma cada vez mayor importancia, en tanto que, además de la investigación de la AMF, la Fiscalía de París ha abierto una investigación judicial (que de momento se dirige contra "desconocidos") por presunto delito de uso de información privilegiada y otros cargos.

Un abogado especialista en la defensa de los pequeños accionistas, Frédérik-Karel Canoy, ha reunido hasta 200 de ellos para iniciar una demanda por lo civil.