Holanda progresista
En el editorial del 24 de noviembre se hace un análisis de las recientes elecciones holandesas. Se afirma que, tras los problemas tratados en la campaña, hay un acuerdo tácito común a "casi todos" los partidos sobre el endurecimiento de las condiciones y la integración de los inmigrantes.
Todo lo contrario: los holandeses han apostado por una sociedad más justa, al votar por los programas sociales de los grupos de izquierdas. Estos grupos hablan de legalizar a los 23.000 ilegales y dejarlos participar en el sistema laboral.
¿Cómo si no puede explicar el autor la derrota del Partido Liberal de la dama de hierro señora Verdonk, que ha perdido seis escaños? Ella ha enfadado a muchos holandeses por su actitud intransigente hacia los ilegales.
El gran triunfador, Jan Marijnissen, hombre de gran carisma, fue firme en su programa de reformas sociales para aliviar la vida de los más necesitados, entre ellos muchos inmigrantes y gente con subsidio.
Marijnissen aumentó los resultados de su Partido Socialista desde 9 escaños a 25, una mejora del 278%.
Otra afirmación discutible es que las ideas de Pim Fortuyn "se han convertido en las dominantes". El partido de Pim Fortuyn, el que era abiertamente antiemigración, ha perdido todos sus escaños, ha desaparecido. Es cierto que Wilders ha ganado nueve escaños con un único lema, "Holanda no debe islamizarse más" (como la extrema derecha flamenca), pero su pequeño éxito ha asustado a muchos holandeses.
Es significativo que ningún grupo, ni de derechas, ni de izquierdas, esté dispuesto a colaborar con este llamado Partido de la Libertad de Wilders. Lo han aislado completamente. Entonces deducimos que Holanda ha votado por una sociedad más justa. Ahora que la economía va bien, dice Marijnissen hay que mejorar la situación de los grupos más débiles.
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