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Reportaje:

Lucus Augusta se rinde a Internet

Lugo reúne a 400 jóvenes llegados de toda España en la primera 'party' de su historia

Llegaron de casi todas las partes de España, se asentaron en el recinto de ferias y exposiciones de Lugo en la tarde del pasado viernes y no se levantaron hasta las siete de la tarde de ayer. Son unos 400 jóvenes que se apuntaron a la Ludus Party.net, que organiza la Concejalía de Servicios Generales del Ayuntamiento, y que los ha convertido en cibernautas en sesión continua.

El pabellón de la party es todo un entramado de cables y conexiones. Allí conviven computadoras de última generación con ordenadores tuneados; cibernautas solitarios, los menos, con grupos organizados; galletas con bebidas refrescantes; colchonetas y sacos de dormir con material informático. Pero, sobre todo, hay un denominador común: compañerismo y buen rollo.

Los cibernautas compartieron juegos y archivos durante treinta horas

Los hay muy expertos. Ismael, José, José Antonio, Ernesto y Javier llegaron desde Málaga. Participan en unos 50 eventos de estas características a lo largo de todo el año. José Antonio exhibe un ordenador de los que se podría decir que está tuneado. "Está totalmente construido a mano en su parte estructural. Tiene un chasis de acero, recubierto con aluminio y metacrilato y refrigeración líquida", se enorgullece el malagueño.

Es la una del mediodía y muchos cibernautas caen rendidos tras una noche de intensa actividad. Y es que se da una extraña convivencia entre sueño, descanso e hiperactividad. Entre estos últimos, los hiperactivos, se encuentra un grupo de ocho participantes que llegaron desde Valladolid. Son Areaurbana.net, con página web y foro, liderado por David (25 años), que reconoce que se trata de "una afición que compartimos en grupo". Suelen acudir a una party al mes y conocen "al 50 o 60%" de la gente que participa en estos eventos.

Son cerca de 30 horas que se convierten en una vorágine de concursos y torneos. Comparten archivos y aprovechan la potente tecnología que pone a disposición de los participantes la empresa organizadora. Otro grupo, de tres integrantes, viene de Madrid. Sus ordenadores son bastante normales, aunque llama la atención el casco con ventilador que asienta sobre su cabeza Samuel, un estudiante de ingeniería informática de 23 años.

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"¿Esto es tan peligroso cómo para llevar casco?", le preguntan. "No. El casco es como un símbolo de identidad con el triunfo. Por la noche le doy la vuelta y lo dejo encima de la mesa a ver si cae algún donativo. Hasta ahora, nadie tuvo la bondad", responde el locuaz e irónico madrileño que presume de tener un ordenador que compró hace dos años, "y sin modificaciones". La única alteración son los adornos que le coloca a la CPU. Tiburcia, una langosta de peluche que consiguió en Barcelona, y Gorka, un conejo, también de peluche, al que, advierte, "se le abre la boca, porque es una mala bestia".

Pero no todos son veteranos. La party de Lugo es la primera que se organiza en esta ciudad y en un esquina están Javi, Paderne y Juan, tres jóvenes lucenses de 18 años que disfrutan de su primera experiencia. "Esto es la caña, pero hay que venir más preparados", relata Javi, quien se lamenta de que su "ordenata se petó" (estropeó).

Menos mal que los lucenses tiene al lado al cañonero, así lo definen ellos, que viene de Guadalajara. "Nos solucionó un montón de problemas", se congratulan. Es lógico. En su casa, Blu -así se le conoce al alcarreño- tiene 36 ordenadores.

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