El Villarreal recobra la brújula con Riquelme ante un limitado Nàstic

Como un acto sencillo y natural, el Villarreal despachó a un Nàstic al que su nuevo técnico, Paco Flores, mucho tendrá que cambiar. El conjunto de Pellegrini recuperó sensaciones de no hace demasiado tiempo. Eso sí, en cuentagotas y ante un limitado rival. Un primer tiempo notable y un segundo funcionarial le bastó al Villarreal para una victoria que le refresca la memoria de quién es y qué se espera de él.

Regresó Riquelme y volvió la pausa. Tras dos partidos de ausencia, el Villarreal recuperó la brújula. Riquelme se dejó notar: primero, en una falta al borde del área y, luego, al habilitar un pase a Guille Franco, que dejó a Forlán para que marcara a placer. Gol invalidado. Cierto aire de sosiego parecía flotar para el Villarreal, convencido de su superioridad ante un rival que llegó como colista y ejerció de tal sin apenas argumentos.

Riquelme se gana la paga de muchas formas. Y una de ellas es la estrategia. Los defensores quedan aturdidos cuando el argentino planta el balón con la cadencia y mimo habitual. Se preguntan si lanzará duro y directo a gol, qué ángulo buscará o qué afortunada cabeza recibirá el regalo. Ayer el agraciado fue el central Fuentes. Ya son siete los goles en jugada de estrategia, la mitad de los del conjunto castellonense.

El Nàstic apeló al orgullo en el segundo periodo. Le faltó destreza y se topó con sus propias limitaciones. El Villarreal, mientras recupera sensaciones, conquista puntos.