"Aquí no me han tenido respeto"
Gregario aplicado de Capello, durante los últimos siete años Emerson ha hecho suyas las teorías futbolísticas del técnico italiano.
La voz pausada, los gestos tranquilos y la cara relajada. Emerson Ferreira da Rosa (Pelotas, Brasil, 1976) admite sentirse "extrañado" por el comportamiento que el público del Bernabéu ha tenido con él. Pero ha asumido el reto, aunque asegura que le han faltado al respeto. Gregario aplicado de Capello, durante los últimos siete años ha hecho suyas las teorías futbolísticas del técnico italiano.
Pregunta. Usted ha jugado en tres Ligas europeas distintas: la alemana, la italiana y la española. ¿A cuál le ha costado más adaptarse?
"Las críticas no me ofenden, pero si lo que hace conmigo el público se lo hace a uno de 20 años, le arruina"
"El espectáculo es el equilibrio y soy la garantía de seguridad de Capello. Si subo demasiado al ataque, él me grita"
Respuesta. Adaptarme no me ha resultado difícil en ningún sitio. Pero sí que he visto una gran diferencia de mentalidad. Aquí todo es completamente distinto. Alemania e Italia son más parecidos: los equipos trabajan duro y se defienden más. En España los equipos son muchos más ofensivos, la gente quiere que jueguen 10 delanteros... y cuando un equipo se defiende, llueven las críticas.
P. El Madrid no es precisamente un equipo ofensivo.
R. No, porque tenemos un entrenador con una mentalidad distinta, forjada en sus experiencias en el calcio. En el Roma éramos más ofensivos, a veces hasta jugábamos con tres puntas.
P. ¿No cree que al centro del campo del Madrid le falta fantasía?
R. Puede que sí, por las características de los jugadores. La fantasía no se aprende. O la tienes o no la tienes. Y el que no la tiene puede ser más útil en otras cosas. A Robinho no le puedes pedir que haga marcajes porque no es capaz, y él no me puede pedir que yo sea Robinho y que haga lo suyo, porque no soy capaz.
P. La semana pasada dijo que su tarea no era la de dar espectáculo, sino cumplir las órdenes del entrenador. ¿Qué le pide Capello?
R. Aquí quieren muchos Robinhos... muchas jugadas bonitas. Pero un equipo no es eso y Brasil lo demostró en el Mundial. No se gana sólo con jugadores ofensivos. Hay que tener equilibrio.
P. ¿Pero, qué le exige Capello?
R. Entre los compañeros tenemos un chiste, siempre me dicen: 'no superes la mitad del campo porque el míster te grita'. Capello me pide que me quede delante de la defensa, soy su garantía de seguridad. Quiere que me posicione allí porque allí es donde puedo robar más balones. Mis compañeros también me piden que no me aleje de esa zona. Pero eso la gente no lo sabe, porque no lo ve.
P. ¿Cuál es su idea de espectáculo?
R. El equilibrio.
P. ¿Cuántas veces durante un partido pide el balón para empezar la jugada?
R. Tenemos jugadores como Guti que tienen más libertad de movimiento porque no tienen que hacer marcajes. Es nuestro punto de referencia, cuando robamos el balón se lo pasamos para que empiece la jugada y dé salida al juego. Diarra y yo sabemos que, cuando tenemos el balón, Guti viene a pedirlo. Robinho y Raúl también lo hacen. Diarra y yo tenemos que recuperar balones y cubrir los espacios. No podemos hacer dos cosas a la vez: recuperar la pelota y empezar la jugada. De vez en cuando sí que podemos subir, pero no siempre porque no somos máquinas. Si yo subo demasiado, el míster empieza a gritarme.
P. ¿Le gustaría atacar más?
R. Sí. Cuando empecé a jugar lo hacía más adelantado. A uno le gusta marcar, y dar el último pase, pero llega un punto en el que te sientes importante aunque no hagas ese tipo de cosas. Creo que hay pocos futbolistas que compartan mi pensamiento. La mayoría quiere ser protagonista, salir en las portadas de los periódicos, ser el mejor del equipo. Muchas veces yo también he pensado así. Pero ahora me da igual, lo que quiero es que mi equipo gane.
P. En la Juve jugaba con Vieira en el doble pivote. Él subía más que Diarra en el Madrid. ¿No cree que Diarra y usted son jugadores demasiado similares?
R. La diferencia es que en la Juve teníamos un equipo ya formado. Aquí se ha fichado mucho, se ha cambiado el sistema de juego. Guti por ejemplo, ha cambiado de posición. Necesitamos más tiempo para asimilar determinadas cosas. Diarra y yo estamos en ello, buscando los mecanismos. Él sabe que yo le doy libertad de movimiento, porque mi tarea es más defensiva. Pero son mecanismos de pareja que no se aprenden de un día para otro. Piano, piano mejoraremos.
P. Cuando marcó contra el Celta en el Bernabéu decidió no celebrar el gol. ¿Por qué?
R. Fue una reacción extraña que me sorprendió a mi mismo. Los que me conocen saben que soy un chico tranquilo y nada rencoroso. Sé dónde llego y las críticas no me ofenden. Y eso que hemos tenido muchas, sobre todo yo. No me arrepiento de nada, es más, creo que me ha servido para ponerme las pilas. Pero también soy un profesional y un chaval correcto, y ciertas cosas no las acepto. Las puedo entender, pero nos las acepto. Juego para el equipo y hago lo que me pide el técnico para ganar.
P. ¿Le ha afectado psicológicamente tener al Bernabéu en contra y escuchar algunos pitos?
R. Sí, porque jamás me había pasado algo parecido. Soy una persona a la que siempre han respetado por mi forma de trabajar. Aquí no he tenido ese respeto. Pero bueno, está bien, fue una decisión mía la de fichar por el Madrid y no me voy a quejar. Tengo la confianza del entrenador y de mis compañeros, así que no puedo pedir más.
P. ¿Por qué cree que se le critica?
R. No lo sé. Quizás porque acabo de llegar y el público no me conoce. Pero no tiene mucho sentido. El aficionado tiene todo el derecho a pitar cuando se acaba el partido porque ha pagado su entrada. Pero si empieza a hacerlo a los 15 minutos, no ayuda al equipo. Yo tengo mucha experiencia... pero si hubieran hecho lo mismo con un jugador de 18 o 20 años, le habrían arruinado.
P. ¿Qué le enseña Capello?
R. Es una persona que no se rinde nunca, que le gusta la disciplina, dentro y fuera del campo. Le gustan los futbolistas correctos. Es verdad que lleva años entrenándome y todo el mundo me dice: 'tu le conoces muy bien'. Pero fuera del campo habré quedado con él tres o cuatro veces en siete años. Nuestra relación se acaba cuando termina el entrenamiento.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.