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La Generalitat ofrece trabajo a los vecinos de la nueva prisión Brians II

La cárcel funcionará en mayo de 2007 con capacidad para 1.500 presos

La nueva prisión de Brians II tiene previsto abrir sus puertas en mayo de 2007, cuando acogerá a los primeros 750 internos, la mitad de su capacidad total. El nuevo centro se está construyendo al lado de Brians I y esta Navidad acabarán las obras del primer módulo. El Departamento de Justicia organiza reuniones para informar a los vecinos de que las prisiones les llevarán atractivas ofertas de trabajo.

Las dos cárceles se encuentran en el término municipal de Sant Esteve Sesrovires, pero el quen sufre más sus molestias es Castellví de Rosanes. El Ayuntamiento de esta pequeña población de poco más de 1.500 habitantes hace tiempo que se queja de la contaminación lumínica que producen las luces de la prisión, a las que compara con las de "un campo de fútbol". Según el alcalde, Lluís Tomàs (Independents de Castellví), el ruido también llega al centro del municipio: "Los fines de semana oímos cómo llaman por megafonía a los presos que están en el patio y les piden que se presenten en tal o cual sala", explica.

El Departamento de Justicia está intentando que los nuevos centros, así como los ya existentes, ganen aceptación mediante el incremento de contactos con los municipios afectados. En los últimos días ha realizado reuniones con habitantes de Sant Joan de Vilatorrada, Sant Esteve y, esta semana, con los de Castellví de Rosanes, para informarles de que la prisión también trae consigo atractivas ofertas de trabajo. "La población está familiarizada con las tareas que desarrolla el cuerpo de bomberos y los Mossos d'Esquadra, pero no con los funcionarios de prisiones", explica Rut, responsable de Justicia que se encarga de las sesiones informativas.

En estos momentos son necesarios 400 nuevos efectivos. Se requiere personal para tres ámbitos. El área de vigilancia, para lo que será preciso tener el título de Bachillerato, es el que precisa de más personal. También son necesarios médicos y enfermeros encargados del área sanitaria y psicólogos, pedagogos educadores y asistentes sociales.

En Castellví, la reunión congregó a una treintena de personas. En respuesta a las preguntas, explican que un funcionario de vigilancia cobra 1.500 euros netos al mes y el de rehabilitación, con licenciatura, sobre unos 2.000. Cristina Valero acude pensando en un posible puesto de trabajo para su hijo, de 18 años. "El horario de funcionario, de 8.00 a 15.00 horas, le permitirá continuar estudiando", explica. Buena parte de los asistentes creen, antes de acudir a la reunión, que en las oposiciones se premiará con puntos adicionales a las personas que residen cerca de la cárcel. Pero los responsables de la Generalitat se encargan de desmentirlo, ante el desencanto de los presentes. "La cárcel no nos aporta ningún beneficio y creía que al menos nos concederían algún punto extra a los que vivimos cerca", se lamenta Valero.

Visitas programadas

Aun así, el alcalde valora el acercamiento de Servicios Penitenciarios con los municipios, ya que antes la relación era "inexistente: "La prisión estaba ahí, a la vista de todos, pero se intentaba mantenerla a escondidas, era un tema tabú. Ahora la Generalitat programa visitas con asociaciones y vecinos para que puedan conocerla más". Lluís Tomàs ha conseguido arrancar el compromiso de la Administración de que se ponga fin a la llamada de presos por megafonía. En el futuro, para evitar las molestias a los vecinos, se realizarán a través de pantallas con mensajes electrónicos. Acabar con la contaminación lumínica será más complicado y el tema se ha pospuesto para cuando acaben las obras de la nueva prisión. El alcalde de Castellví, sin embargo, aún guarda algunas reticencias. Sant Esteve ha podido pactar compensaciones económicas como contraprestación a la instalación de Brians II en su término municipal, cuando en realidad la cárcel no le afecta en nada por la distancia que le separa del casco urbano. En cambio, Castellví no ha podido acceder a ninguna contraprestación. "Esto no es justo", dice el alcalde, que ve cómo se repetirá la misma situación en 2010, cuando está previsto crear otra cárcel en Sant Llorenç d'Hortons, también al lado del término municipal de Castellví de Rosanes.

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