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Otros dos muertos en accidentes laborales elevan a 143 las víctimas en lo que va de año

Un operario muere arrollado por un coche y otro sepultado por un desprendimiento

F. Javier Barroso

El tajo se cobró ayer dos nuevas víctimas. Un obrero guineano de 26 años murió decapitado tras ser sepultado por un desprendimiento de tierra. El trabajador estaba haciendo un talud de un edificio en construcción en el barrio de Parla Este, cuando se le vinieron encima miles de kilos de arena. La segunda víctima se produjo una hora y media después, cuando un operario que vigilaba la construcción de una canalización en la carretera M-206, en el polígono de Las Monjas de San Fernando de Henares, fue arrollado por un vehículo. Constituyen las víctimas 142 y 143 en lo que va de año.

La primera víctima se produjo sobre las 11.25 de ayer en un edificio en construcción de la calle del Planeta Saturno, en el barrio de Parla Este, cerca de un conocido centro comercial. El obrero, Mamout S., de 26 años y origen guineano, estaba trabajando en el interior de un talud de ocho metros de alto por dos de ancho, según comprobó el secretario de Salud Laboral de CC OO-Madrid, Víctor García.

Por causas aún no esclarecidas, se desplazaron miles de kilos de arena que dejaron sepultado al trabajador. Alrededor de él había otros seis compañeros. Uno de ellos avisó desde su teléfono móvil, mientras que otros empezaron a quitar la tierra con sus propias manos. Al poco tiempo, llegó una máquina excavadora con la que iniciaron las labores de retirada de la arena. Eso, según algunos operarios, pudo causar la decapitación del operario.

Dos dotaciones de los bomberos de la Comunidad de Madrid, un helicóptero y una UVI móvil del Summa se desplazaron al lugar del accidente. Los facultativos sólo pudieron certificar la muerte, según un portavoz de Emergencias 112. El fallecido estaba casado y residía en la capital. Llevaba trabajando una semana en la empresa.

Zanja sin entibar

La secretaria de Salud Laboral de UGT-Madrid, Marisa Rufino, denunció la falta de medidas de seguridad del talud. En su opinión, debería de haber sido entibado con maderas de forma que se hubiera evitado el movimiento de tierras.

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De la misma opinión fue su homólogo de CC OO, Víctor García. "Este talud ni cumplía los requisitos ni estaba escalonado. Deberían de haber empleado unas redes lo suficientemente resistentes para soportar el peso de un desprendimiento. También podrían haber empleado proyecciones de cemento para sujetar el terreno", añadió García. "Nada de esto se ha hecho. No se han cumplido las más mínimas medidas de seguridad y, por tanto, este caso no es un accidente fatal. Es lamentable que se sigan sin aplicar las medidas de seguridad en las obras a costa de la vida de los trabajadores", concluyó.

Agentes de la Policía Judicial y Científica de la comisaría de Parla se hicieron cargo de las investigaciones para esclarecer las circunstancias del accidente.

El segundo accidente se produjo una hora y media después en la carretera M-206, en el polígono Las Monjas de San Fernando de Henares, cuando el trabajador de origen portugués, Armando Melo, de 21 años, murió arrollado por un vehículo.

Domingo Martínez, responsable de Salud Laboral de Construcción en UGT, explicó ayer que una unión temporal de empresas (UTE) formada por Acciona y Proinosa está realizando las canalizaciones de la carretera. El trabajador muerto trabajaba para la subcontrata GMC. Las últimas lluvias y el continuo movimiento de camiones hizo que la calzada estuviera llena de barro. Por ello la UTE envió una máquina barredora para limpiar el asfalto y evitar riesgo a los conductores.

Armando Melo, con la categoría de ayudante, se dedicaba a señalizar la máquina barredora con un palo y una señal de tráfico. Llevaba puesto un chaleco reflector. "Un vehículo que ha salido del polígono no se ha percatado de su presencia y se lo ha llevado por delante", comentó Martínez. Al lugar se desplazó una UVI móvil del Summa, pero dada la gravedad de las lesiones que presentaba no pudo hacer nada por su vida. Sufría numerosos traumatismos craneoencefálicos y torácicos como consecuencia del golpe.

"Estos trabajos no se pueden realizar con una simple señal y un chaleco reflectante. Es necesario delimitar muy bien la zona por donde pase la barredora. Es preciso colocar conos y señales adecuadas. Y quizá tendría que haber intervenido la Guardia Civil o la Policía Local", añadió el responsable de Salud Laboral de Construcción de UGT.

Según datos de este sindicatoy de CC OO, 143 trabajadores han perdido la vida en accidentes laborales desde que comenzó el año, de los que 42 son de camino al trabajo (in itinere). UGT señaló que las causas de los siniestros son "bien conocidas", por lo que pidió medidas para evitarlas.

También recordó que el Gobierno regional no ha cumplido el compromiso adquirido de publicar la lista de las empresas que hayan sido sancionadas por infracción grave o muy grave por la vía administrativa. Otra medida consistía en excluir de las contrataciones y subvenciones públicas a las empresas que hayan sido condenadas por infracciones muy graves en materia de seguridad y salud en el trabajo.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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