La presidenta anuncia otra vez la recarga de acuíferos contra la sequía

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, anunció ayer que el agua sobrante de los embalses de Madrid se inyectará en los acuíferos. Fue una de las novedades que ya prometió durante su viaje oficial a Israel del pasado junio, junto al proyecto regional de bombardear nubes para aumentar la lluvia, una idea descartada por los ingenieros españoles que la estudiaron hace más de 20 años.

En realidad, la recarga artificial de acuíferos es una técnica extendida y consolidada en España desde hace décadas, pero Aguirre vendió el proyecto como pionero y el PSOE lo calificó ayer de ocurrencia.

Se trata de inyectar agua en los años húmedos en los acuíferos subterráneos para utilizarla en los años secos. Aguirre sostuvo que en los años con mucha lluvia "el agua se tira a los ríos sin provecho para nadie". La presidenta no tuvo en cuenta las comunidades situadas aguas abajo de Madrid o los beneficios ambientales del caudal de los ríos. Según Aguirre, en 2004 se desembalsaron 300 hectómetros de más que hubieran servido para paliar la sequía de ese año.

Para ello, Aguirre anunció un plan de inversiones de 15 millones de euros en cuatro años. El objetivo final es construir suficientes pozos para inyectar entre 40 y 50 hectómetros cúbicos de agua al año en el subsuelo.

Desde los años 50

La recarga artificial de acuíferos no es ninguna novedad ni uno de los grandes inventos del TBO. En España se realiza desde los años cincuenta en zonas con problemas de sequías. Los ingenieros recargan artificialmente desde hace años los acuíferos de Valladolid, Granada, Alicante, Girona, Gandia o Dénia, entre otros, según el Instituto Geológico y Minero de España. Los moriscos comenzaron a aplicar la técnica en la Alpujarra granadina hace siglos.

El portavoz del PSOE en la Comisión de Presidencia de la Asamblea de Madrid, Andrés Rojo, aseguró que la propuesta de Aguirre es "una ocurrencia y una broma". Rojo señaló que "cada vez que Esperanza Aguirre se reúne con expertos israelíes, traslada a los madrileños nuevas ocurrencias". "Los madrileños aún están esperando ese bombardeo de las nubes que iba a colapsar el embalse de El Atazar", ironizó el diputado socialista.