Un ejecutivo de altos vuelos
Doogie, así conocen los empleados de US Airways a su nuevo presidente. Doug Parker es un ejecutivo joven, competitivo e intenso, cortado al puro estilo californiano, que evita guiar sus decisiones en los modelos tradicionales que rigen el sector. Ésa es la clave de su éxito, que le está llevando a ser considerado como la figura más importante en una industria en la que soplan aires de consolidación, y en la que las fusiones se topan con serios obstáculos reguladores y con la fricción de los empleados.
Parker, de 44 años, pertenece a la nueva generación de directivos que se presenta sin corbata y que halla tiempo para dedicar a su familia y a su comunidad. En su caso, todo parece fácil. Dice que para realizar su trabajo no necesita saber cómo hacer volar un avión, sino asegurarse de que tiene a las personas adecuadas para hacer bien las cosas. Y explica que la clave está en comunicar a los empleados lo que hacen los gestores y explicarles el papel que tienen en el proceso. Quizá por eso sus trabajadores lo vean como especie de estrella del rock.
Es la filosofía con la que está consiguiendo transformar la vieja US Airways en una aerolínea que opere como las de bajo coste y haga sombra a gigantes como United, Southwest, Continental y American Airlines. En septiembre asumía la presidencia ejecutiva de la compañía. Ese mismo puesto lo ejerció durante cuatro años en America West, donde empezó a trabajar en 1995 como responsable financiero. Las dos aerolíneas se fusionaron en septiembre de 2005. También estuvo cuatro años en Northwest Airlines y otros tantos en American Airlines.
Su experiencia es sobradamente reconocida por sus rivales, sobre todo, cuando se tiene en cuenta que este economista es el artífice de la expansión de America West tras superar la suspensión de pagos. La misma magia se espera que aplique ahora en la nueva US Airways, que no hace mucho logró superar también la bancarrota. Y éste es precisamente el as que tiene escondido bajo la manga para lanzarse a la fusión con Delta Airlines y convencer a sus acreedores de que la integración es la mejor vía para resolver los problemas de competitividad que arrastra la tercera aerolínea de EE UU, cuando salga también de la suspensión de pagos.
Con esta intención, antes de asumir la presidencia de US Airways, se puso en contacto con su homólogo en Delta para hablar de la fusión, sin gran éxito hasta ahora. Parker reside con su mujer, una antigua azafata, y sus tres hijos en el Valle del Paraíso, en Arizona. Está considerado como uno de los mayores contribuyentes al Partido Republicano y hace obras caritativas para la Iglesia metodista.
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