Mas considera el tripartito una fórmula fracasada, pero apuesta por el diálogo
Artur Mas sostuvo ayer que el tripartito catalán no es el Gobierno que Cataluña necesita porque surge de una "fórmula fracasada" en la anterior legislatura y del "fracaso" del socialista José Montilla en las urnas. El líder de Convergència i Unió reprochó a Montilla que quiera convertir la Generalitat en una mera "gestoría" a base de aplicar un programa "gris y amorfo", pero al tiempo aceptó mantener una actitud dialogante siempre y cuando no sirva para salvar los muebles al tripartito de izquierdas por sus "discrepancias".
Mas y Montilla mantuvieron en el Parlamento catalán un debate de guante blanco salvo cuando el socialista aseguró que CiU era una formación "solitaria" y "aislada", lo que provocó las iras del convergente y que la discusión virara hacia la negociación del Estatuto en Madrid y el papel de cada partido en ese proceso. Es decir, quién bajó más el listón de las reivindicaciones autonomistas. "Quizá sí que quería rebajar el Estatuto pero no tanto como el que usted aceptó", le espetó Montilla, en alusión al pacto que alcanzaron Mas y José Luis Rodríguez Zapatero.
Las palabras de Montilla alteraron el ánimo de Mas "¿Cómo se atreve a decirme que estamos solos después de todo lo que hemos hecho con ustedes?", le preguntó. "Estamos solos porque a ustedes ahora les conviene", recriminó.
A pesar de la agria disputa, ambos dirigentes se emplazaron a negociar los "grandes temas del país", como el desarrollo del Estatuto, la inmigración o las infraestructuras. Sin embargo, el líder de CiU supeditó el diálogo a dos condiciones. La primera que la negociación debe ser con el Gobierno catalán, es decir, que los tres socios del Ejecutivo mantengan una posición común respecto al asunto a tratar. Y segunda, que Montilla se retractara de su denuncia sobre el supuesto "aislamiento" de CiU.
Lo que desagradó sobremanera a Mas fue el contenido del discurso del socialista. Primeramente su encendida defensa de la gestión del tripartito y la "falta de ambición, pasión e ilusión" de Montilla con un "proyecto" de Cataluña "más ambicioso" y mucho más allá de la "pura gestión". Pero le decepcionaron, dijo, sus referencias a que el Estatuto sea "la estación final de trayecto de la construcción nacional de Cataluña".
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