Carod y Saura defienden el pacto de izquierda como un acto de normalidad

Los líderes de los dos partidos de la izquierda catalana aliados con los socialistas para formar el nuevo gobierno de la Generalitat y elegir a José Montilla como su presidente defendieron su pacto como una doble prueba de "normalidad democrática" y de "normalización nacional" en el ejercicio de la alternancia. Josep Lluís Carod, líder de Esquerra Republicana (ERC), afirmó que el nuevo Gobierno asume la "condición nacional" de Cataluña "con naturalidad y no como un gesto de hostilidad hacia nadie". Joan Saura, de IniciativaVerds-Esquerra Unida (ICV-EUiA), afirmó que el pacto es fruto, simplemente, del acuerdo programático.

Carod dedicó la mayor parte de su intervención en el debate para la investidura de Montilla a explicar su concepción del catalanismo como "patriotismo social". Un catalanismo "integrador" e "inclusivo", dijo, que al surgir de un país "sin místicos ni grandes capitanes sólo puede basarse en la gente" y ha de ser al mismo tiempo "el ascensor social que asegure lo que ha sido para muchos el sueño catalán".

En defensa de la legitimidad política de esta alianza, Carod recordó al líder de CiU, Artur Mas, que planteó la campaña electoral como un plebiscito entre él y los tres partidos de la izquierda catalana. "Debe reconocer que este plebiscito no lo ganó usted", le espetó.

Réplicas a Artur Mas

En la primera parte del debate Mas había criticado al PSC que haya preferido aliarse con un partido como Esquerra, que votó contra el nuevo Estatuto de Autonomía y contra el proyecto de tratado constitucional para Europa en los respectivos referendos. Pero Carod le recordó que este argumento casaba mal con las ofertas de pacto que el propio Mas formuló a Esquerra inmediatamente después de las elecciones del 1-N. "Tan malo debe ser pactar con Esquerra si lo hace el PSC o Iniciativa como si lo hace CiU", le replicó.

El líder de ERC puso también el acento en que el nuevo Gobierno catalán "ha sido decidido en Cataluña y no a 600 kilómetros de distancia", en alusión a la pretensión de CiU de que el PSOE obligara al PSC a negociar un pacto con los nacionalistas.

Saura rechazó una por una las descalificaciones que desde las filas de CiU se han formulado contra la renovación del pacto de la izquierda. Afirmó rotundamente que, contra lo que sostiene CiU, el nuevo Gobierno "no es fruto de una maniobra" partidista, su negociación entre los tres partidos "no ha sido una farsa", la mayoría parlamentaria que lo apoya "no es débil" y "no obedece a un reparto del poder" entre cúpulas de partido, sino que es la expresión de la "normalidad democrática". El simple reflejo, dijo, de "la mayoría social de izquierdas" existente en Cataluña.