Desembarco socialista en el corazón de la corrupción urbanística

Joan Ignasi Pla es consciente de que para evitar que el PP mantenga su mayoría absoluta en la Generalitat es necesario recortar distancia en la Vega Baja. El secretario del PSPV mostró anoche su apoyo "inequívoco" a la candidata en Orihuela, Antonia Moreno, y confesó que "ojalá" hubiera adoptado antes la decisión de disolver la agrupación local y "poner fin al pasado" que, a su juicio, encarna Francisco García Ortuño, que "no podía haber llegado a menos".

El respaldo a la nueva candidata a la alcaldía socialista en Orihuela, Antonia Moreno, fue expreso y unánime. Por una parte estuvo el secretario de política municipal de la ejecutiva federal del PSOE, Álvaro Cuesta, en nombre del Gobierno de Zapatero compareció la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, y el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla. La aspirante a la alcaldía anunció que "no cejaremos en demandar que los gobiernos socialistas de Madrid y Valencia miren a Orihuela para que salga del actual estado lamentable".

Álvaro Cuesta criticó a los políticos de la capital de la Vega Baja porque "están mancillando y desprestigiando" el nombre de Orihuela salpicada por los escándalos urbanísticos y presuntos casos de corrupción. Por eso auguró una esperanza de futuro en un escenario de "triple sintonía" entre la Administración central, autonómica y local gobernadas por los socialistas. El líder del PSPV, Joan Ignasi Pla, puso Orihuela como máximo exponente del "urbanismo destructor y depredador del territorio que ha practicado el PP". El aspirante a la Generalitat manifestó su apoyo inequívoco a la actual dirección socialista local y a la candidata, Antonia Moreno, y lamentó que Orihuela sea conocida "por el comportamiento amoral y las corruptelas de algunos dirigentes locales". Pla habló de regeneración democrática, de transparencia en la gestión pública y de urbanismo, área en la que anunció que si alcanza el Gobierno "1 de cada 2 viviendas que se construyan serán de protección oficial". Pla lamentó que "tengamos un PP dado al agravio, a la queja permanente a Madrid y a los ataques a Zapatero", por eso pidió el esfuerzo de todos para conseguir el mejor resultado electoral.

La ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, fundamentó la necesidad de un cambio de gobierno autonómico y local en su propia experiencia: "Qué difícil es ejecutar política de vivienda con gobiernos del PP". Trujillo arremetió contra la Generalitat a la que puso como "ejemplo de lo que no se debe hacer". En este sentido, concretó que de los 500 millones de euros previstos por el Gobierno para la Comunidad en el fomento de las viviendas protegidas, la Generalitat sólo ha ejecutado un 60%. "De cada cien viviendas protegidas que se podrían haber hecho sólo hay 30", detalló. Trujillo también citó los acuerdos de rehabilitación suscritos con 18 ayuntamientos, la rehabilitación de los centros históricos y la falta de interés del Consell por la Agencia de Alquiler. La Comunidad Valencia es la segunda con un mayor número de demandas de ayudas para alquiler, que son 240 euros mensuales, sin embargo la Generalitat "no ejecuta el dinero que tenemos destinado para estos ciudadanos". La ministra criticó el "todo urbanizable" y explicó que para ella el urbanismo se debe entender como una función pública "y no tiene que estar sometido al mercadeo de políticos que están pensando más en sus intereses particulares y no en los generales".

En las inmediaciones del hotel donde se celebró el acto, catorce miembros y simpatizantes de la antigua ejecutiva socialista de Orihuela, que fue disuelta esta legislatura por la dirección del PSPV, se concentraron para protestar contra la presencia de Pla y de la ministra. Los manifestantes iban disfrazados de monaguillos pasando la bandeja y llevaban una carroza con un burro dentro del que colgaba un cartel que aludía al secretario general de los socialistas valencianos, al tiempo que corearon consignas como por ejemplo: "Menos cenar y más agua para regar".