La Guardia Civil desmonta la versión de Tony King en el juicio del 'caso Wanninkhof'
La defensa del británico se apoya en indicios con los que se condenó en falso a Dolores Vázquez
La Guardia Civil desmontó ayer en el juicio la truculenta versión que ofreció el pasado martes Tony King sobre el asesinato de la joven de Mijas (Málaga) Rocío Wanninkhof y que buscaba acusar a Dolores Vázquez, condenada en primera instancia por el crimen y cuyo caso fue archivado tras pasar 17 meses en prisión. El teniente del instituto armado que instruyó las diligencias iniciadas tras la detención del ciudadano británico en agosto de 2003 aseguró, en la tercera sesión de la vista oral, que "ningún elemento permite decir que en los hechos intervinieran otras personas" aparte de King.
El oficial instructor se ciñó a la primera declaración que realizó el único acusado por el asesinato de Rocío, ocurrido el 9 de octubre de 1999. El teniente recordó que King, que había sido detenido por el asesinato de la joven de Coín Sonia Carabantes, confesó ser el autor de ambos crímenes. "Él dijo en todo momento que actuó solo y no involucró a nadie", rememoró.
El instructor negó que King fuera maltratado o amenazado por los agentes, como denunció el acusado el martes. Según el teniente, el supuesto asesino de Rocío incluso "disfrutó con la declaración que hizo" y realizó un testimonio "sincero" en el que se mostró "entusiasmado" a la hora de aportar datos y detalles sobre los delitos que se le imputan. "Incluso estuvo bebiendo una Coca-Cola tranquilamente", añadió el instructor.
Frente a la sorprendente versión de King, que el martes aseguró que Dolores Vázquez apuñaló a Rocío y que su ex amigo Robert Graham la remató tras haber practicado con él una sesión de hipnosis, el teniente se ajustó a los mismos hechos que el fiscal mantiene en su escrito de acusación. El oficial señaló que King, que no conocía a la joven, se bajó de su Ford Fiesta y se acercó hacia ella con un cuchillo en la mano para agredirla sexualmente. Como ésta se resistió, le propinó un fuerte golpe en la cara y luego le asestó al menos ocho puñaladas en la espalda. Después se deshizo del cadáver.
Indicios de veracidad
A preguntas del abogado defensor de King, Javier Saavedra, el instructor desgranó los indicios que, según él, dan veracidad a la primera declaración de King. El testigo dijo que la explicación que supuestamente dio el británico sobre cómo envolvió el cadáver en bolsas de basura industriales coincide con los restos hallados en el lugar en que fue encontrado el cuerpo de la joven, el 2 de noviembre de 1999. Además, las huellas de ruedas detectadas en el lugar del crimen casan con las del coche de Tony King.
En la sesión de ayer sólo testificaron cuatro guardias civiles de los 12 que estaban previstos. Después del teniente, les llegó el turno a otros tres agentes que participaron desde el principio en la investigación abierta tras la desaparición de Rocío. En el interrogatorio de éstos, la defensa de Tony King buscó profundizar en aquellos indicios que en su día sirvieron para condenar en falso a Dolores Vázquez. Esta estrategia buscaba sembrar "dudas razonables" sobre la implicación de King.
El primer indicio tiene que ver con el lugar donde fue encontrado el cadáver. Este paraje, en la urbanización marbellí de los Altos del Rodeo, a 32 kilómetros del lugar donde se cometió el crimen, está muy próximo a un restaurante que pensaba arrendar la familia de Rocío Wanninkhof. Los agentes coincidieron en que para llegar a ese sitio "hay que conocerlo".
Otro indicio utilizado en el primer juicio contra Dolores Vázquez y posteriormente anulado por falta de motivación de la sentencia, que la defensa rescató ayer, fue la presencia en el lugar donde se halló el cuerpo de Rocío de una pegatina similar a la que llevaban los retenes que participaron en su búsqueda durante los 24 días que estuvo desaparecida. Además, se recordó a dos jóvenes "sospechosos" que se bajaron de un coche el 16 de octubre de 1999 en el lugar donde fue asesinada Rocío. Los agentes tomaron nota de la matrícula y se descubrió que el vehículo, un Toyota Celica, pertenecía a Dolores Vázquez. La compañera sentimental de la madre de Rocío negó en su momento haber dejado su coche a nadie.
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