La Inspección de Trabajo intenta desbloquear el conflicto laboral de Reckitt

La Inspección de Trabajo se reunirá hoy con la dirección de la multinacional Reckitt Benckiser para tratar de reconducir las negociaciones sobre el cierre de la fábrica de Güeñes, en la que trabajan 194 personas. La Inspección, dependiente del Ministerio de Trabajo, es el órgano que debe realizar un informe sobre el Expediente de Regulación de empleo (ERE) presentado por Reckitt, que luego se traslada al Gobierno vasco para su aprobación o no.

Este conflicto laboral cumple ya más de dos meses, después de que la multinacional británica, que fabrica productos de limpieza e higiene personal en Güeñes, anunciase el cierre de una planta que le reportaba beneficios. La compañía ha ofertado un plan de recolocaciones que posibilitaría 119 puestos de trabajo en cuatro proyectos industriales, pero el comité de empresa ha pedido garantías de su viabilidad.

Los trabajadores se reúnen hoy con el Departamento de Industria para que les aporte datos sobre la solvencia de estos proyectos. Ayer se citaron con la Inspección de Trabajo para trasladarles su malestar por la actitud de la compañía. Un portavoz de Reckitt señaló que, tras el ERE, el comité debe "mover ficha". Los trabajadores realizarán esta semana un día de huelga.