África coloniza el gol en el fútbol europeo
Drogba, Kanu, Kanouté, Dindane, Ogunsoto y N'Kufo son algunos de los mejores artilleros de las grandes Ligas
Curioso. A Didier Drogba, el costamarfileño del Chelsea, que llegó precedido de una fama incuestionable desde el Marsella, le trajeron a un monstruo del gol, el ucraniano Shevchenko. Toda una garantía. Conclusión: Drogba es ahora mismo el máximo realizador de la Liga inglesa (8 goles en 13 partidos) igualado con Kanu, el ariete del Portsmouth. El hecho de que ambos sean africanos, marfileño uno, nigeriano el otro, no parece una casualidad. Cinco de las principales Ligas europeas tienen como grandes protagonistas en el área a jugadores africanos.
Antes celebrados por su condición física y denostados por su juego anárquico, poco sumisos a la táctica y a la pizarra, muy volcados a la inspiración, hoy se han convertido en una garantía de éxito. África en el corazón de Europa. El fútbol se imagina en el centro del campo pero se resuelve en el área y en los asuntos finalistas. Brasil era la sementera europea para llevar a la red todo el tejido futbolístico. Ahora todo ha girado: África se ha convertido en el surtidor del gol europeo. Los máximos goleadores de las Ligas española, inglesa, francesa, alemana, belga y holandesa son africanos. En Inglaterra destacan Drogba y Kanu; en Francia, la última sensación es el delantero costamarfileño del Lens, Aruna Dindane, al que ya se le conoce como el nuevo Drogba. De hecho, en medio periodísticos y futbolísticos ya se ha entablado un debate comparativo que el futbolista del equipo del norte de Francia rehúye constantemente. Dindane (a punto de cumplir 26 años) es un prototipo de la modestia, es decir, lo más alejado a una polémica artificial. Juega rápido, habla despacio.
El sevillista Kanouté ha tomado el relevo de una clasificación reservada al camerunés Eto'o
En España, la lesión de Eto'o no ha restado al continente africano su goleador particular. Kanouté (Sevilla) lidera la clasificación de goleadores (ocho goles) por delante de Van Nistelrooy o Ronaldinho. La República de Mali ya tiene otro elemento de orgullo en el fútbol europeo.
Pero hay más. En Francia, al fenómeno Dindane le persiguen los guineanos Bangoura (Le Mans, siete goles) y Feindouno (St. Étienne, seis goles), dos futbolistas de un país que difícilmente se encuentra en el mapa de fútbol internacional. En Francia es habitual. El continente africano ha sido un manantial de futbolistas baratos a los que ha ido puliendo con los esquemas abiertos de las escuelas galas. Sobre Dindane recae el foco principal de una Liga acostumbrada a descubrir jugadores (hace dos años jugaba en el Anderlecht). Otro nigeriano de nombre casi impronunciable, Odemwingie, (seis goles con el Lille) tampoco pasa desapercibido por su extrema velocidad.
En dos Ligas menos competitivas, Holanda y Bélgica, África vuelve a tener firmada la póliza con el gol. En Holanda, N'Kufo, un congoleño nacionalizado suizo, lidera la tabla de realizadores con nueve goles. N'Kufo se presenta como un futbolista que habla francés, alemán e inglés en una invitación absoluta a cualquier destino. Sin embargo, el rey del gol es el nigeriano Patrick Ogunsoto, que juega en el desconocido equipo del Westerlo y que con 12 goles lidera la clasificación de goleadores de la Liga belga. Ogunsoto, con su pelo rubio teñido, peinado como un birrete de obispo, triunfó en el Ergoletis griego de Segunda División, donde consiguió 30 goles. El marfileño Sanogo triunfa en Alemania. ¿E Italia? Es la excepción que confirma la regla. Italia nunca ha mirado a África. Bakayoko (Livorno), con tres goles, es una ínfima referencia.
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