EU y Bloc acercan posturas a la espera de pactar las listas
Los negociadores de ambos partidos se imponen discreción
La negociación entre el Bloc Nacionalista Valencià y Esquerra Unida del País Valencià para buscar un pacto y concurrir conjuntamente a las elecciones autonómicas de mayo de 2007 continuó ayer, pero avanzó poco. Los negociadores decidieron aparcar la cuestión más difícil, la del reparto de puestos de salida en las candidaturas, se dieron una semana de plazo para abordarla y se impusieron discreción al respecto. Mientras, avanzaron en cuestiones programáticas y organizativas. Al menos, no rompieron la negociación.
El próximo lunes se celebrará una nueva reunión negociadora entre ambos partidos
La reunión celebrada ayer por la tarde en la sede del Bloc en Valencia estaba pendiente desde hace un mes y medio. Durante todo este tiempo las relaciones entre ambas formaciones habían sido tensas, con constantes declaraciones cruzadas en las que sus dirigentes se responsabilizaban mutuamente de las dificultades que jalonaban los contactos telefónicos. Todo se centraba en la cuestión de las listas electorales. Y las negociaciones estaban estancadas, prácticamente rotas.
Los nacionalistas rechazaban la última oferta de EU: la que adjudicaba al Bloc el segundo lugar en la candidatura de Valencia, el segundo de Castellón y el tercero -eso sí, un candidato pactado entre ambos partidos- en la de Alicante. El Bloc consideraba imposible presentar en Alicante, donde tiene gran implantación, una lista que no incluyera a uno de los suyos.
La cosa se complicó tras la asamblea de EU, en la que Glòria Marcos fue reelegida con holgura, porque allí los delegados decidieron que el castellonense Ramon Cardona no repitiera como diputado y que el primer puesto lo ocupara Marina Albiol. Y el Bloc, que había aceptado colocar a su primer candidato tras Cardona, consideró que el cambio no le convenía, porque la nueva candidata, dijeron, "es una desconocida".
Con este panorama, ni unos ni otros esperaban gran cosa de la reunión de ayer. Por eso, los negociadores decidieron, nada más empezar, no abordar la cuestión de las listas electorales, darse un plazo de una semana para hablar del asunto y, mientras tanto, mantener la discreción en torno a los contactos para cerrar el asunto, sin duda el más espinoso. Una discreción que en los últimos tiempos, tras los diversos contactos y reuniones, ha brillado por su ausencia. La siguiente reunión, según acordaron, se celebrará el próximo lunes, según confirmó Ricardo Sixto, de EU. Y hasta entonces, todos van a imponerse la discreción, explicó Pepa Chesa, del Bloc.
Y mientras tanto optaron por avanzar en otras cuestiones relativas al posible pacto electoral. Así, se habló de cuestiones programáticas, de cómo tendría que cerrarse la posible coalición y del manifiesto político con el que se presentaría, del nombre de la misma, del régimen económico del acuerdo, de la configuración del grupo parlamentario conjunto y del personal adscrito al mismo, así como de otras cuestiones menores. Cuestiones que, en su mayor parte, ya habían sido abordados en las primeras reuniones, antes del pasado verano.
Unos y otros se mostraban ayer discretamente satisfechos con el desarrollo de la reunión, porque, al menos, no había sido estéril. Su duración, cerca de tres horas, es indicativa de que las negociaciones todavía están vivas.
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