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"Estábamos asustados"

"Cogí el tren en Vic, era semidirecto. En Tona dio una frenada brusca. La luz iba y venía. A medio kilómetro de la estación de Centelles el convoy volvió a frenar y, de repente, vimos un cable salir disparado por encima del tren. Vimos fuego y chispas. El conductor nos dijo que estaba avisando a Renfe para que no circularan más trenes, ni desde Vic ni desde Barcelona. Ya se veía que había mucho humo. Estábamos muy asustados y un chico se atrevió a abrir la puerta haciendo palanca y nos bajamos. Caminamos más de medio kilómetro. En la estación de Centelles pedimos explicaciones, pero nadie sabía nada", explica Joan Albert Lladó, vecino de Vic, que viajaba en el tren afectado.

Roser Arias, de Barcelona, destacaba que lo peor del incidente fue la actitud del revisor: "No sabía ni el teléfono de emergencias, y saltó del tren antes de que salieran todos los pasajeros. Yo misma le dije que volviera a subir para comprobar que no quedaba nadie en el convoy y me respondió que no, porque tenía que ir a la estación. Esto me ha cabreado un montón", se quejaba.

A la una de la tarde, la estación de Centelles estaba vacía. Pero en Vic seguía el descontrol. Los usuarios que querían coger el tren en dirección a Barcelona tuvieron que aguardar un autocar para que los trasladara a Sant Martí de Centelles, donde podían subir a otro convoy. Nadie se mostraba sorprendido ante la falta de trenes porque ésta no es la primera vez que la línea sufre averías.

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