Compromiso para redistribuir la renta y apoyar la inversión española

Guinea Ecuatorial es el tercer mayor productor de petróleo de África, detrás de Nigeria y Angola, mientras que España es un país desarrollado muy dependiente de las exportaciones de crudo. La combinación ha hecho que en la jornada de visita de Obiang los temas económicos hayan sido tan importantes como los políticos. Ayer, el presidente ecuatoguineano almorzó con el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes. Juntos prepararon la reunión con Zapatero y conversaron sobre cuestiones económicas.

De esa comida salieron dos de las promesas que Obiang hizo al presidente del Gobierno español: que mejoraría la distribución de la riqueza en el país y que favorecería la inversión de las empresas españolas. "Obiang repitió siete veces que quería que fuesen empresas españolas", contaba Fernando Huerta, director de Relaciones Internacionales del Consejo de Cámaras, para resumir el discurso que el presidente ecuatoguineano pronunció anoche, ante más de 100 empresarios, justo antes de la cena con los Reyes.

El tema de la distribución de la riqueza es grave en Guinea Ecuatorial. A pesar de que el país africano tiene un crecimiento espectacular (más del 15% en 2005, y se prevé un torno al 10% este año) y unos ingresos anuales de entre 6.000 y 7.000 millones (el 90% procedente del petróleo), la mayoría de los más de medio millón de habitantes vive con menos de un euro al día. Los ecuatoguineanos deberían tener la segunda renta per cápita más elevada del mundo y están a la cola del Índice de Desarrollo Humano de la ONU.

En cuanto a las empresas españolas, la presencia es ínfima. En el principal negocio, el petróleo, Repsol YPF posee allí dos bloques exploratorios con una superficie total de casi 3.000 kilómetros cuadrados, y en ninguno ha hallado crudo aún. Ayer, una fuente de la compañía afirmaba que "están evaluando el dominio minero del país", con vistas a futuras inversiones. El director general de Energía de Guinea, Diasdado Engono, afirmó a la agencia Bloomberg que el país pretendía incrementar su producción petrolera de 395.000 a 570.000 barriles diarios para finales de 2007, y que también querían aumentar la producción de gas y construir una segunda planta de licuefacción de gas. Salvo Repsol YPF, Isolux y Unión Fenosa, ninguna otra empresa española tiene algo que decir en Guinea.